Las microdosis de alucinógenos, en auge en Estados Unidos
Los psiquiatras advierten de que no hay estudios sobre los efectos a largo plazo que pueden tener esas sustancias
B. P.
Hace un tiempo que está en auge el consumo de microdosis de psicodélicos como la psilocibina (una sustancia alucinógena que se obtiene de hongos). Son, como su propio nombre indica, dosis muy pequeñas de drogas psicodélicas que, según quienes las consumen de manera regular, aumentan la productividad y creatividad en el ámbito laboral. Las puso de moda Silicon Valley (en San Francisco, Estados Unidos), la meca de la tecnología y la creatividad. Estas microdosis se están consumiendo también en España, aunque no existe una “imagen fidedigna” de cuánto ni se conoce la “magnitud del fenómeno”. En EEUU sí hay un bum.
“Los consumidores de microdosis dicen que tienen efectos en la productividad. Hay personas que reportan muchos beneficios. Sin embargo, los ensayos clínicos no encuentran un beneficio claro comparado con el placebo”, explica Óscar Soto Angona, psiquiatra y presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicodélica, entidad que busca acercar el uso clínico de las sustancias psicodélicas con finalidad terapéutica.
Si bien hay varios ensayos clínicos que demuestran la eficacia de ciertas sustancias psicodélicas (como la psilocibina, el LSD o el MDMA), siempre bajo supervisión médica, en un marco sanitario y con el acompañamiento de una terapia psicológica, para tratar trastornos mentales como la depresión o el estrés postraumático, no hay evidencia científica en torno a las microdosis, que son sustancias que los consumidores ingestan por su cuenta y riesgo.
“En las microdosis de psicodélicos, hay diferencia entre lo que reporta la gente y los ensayos clínicos controlados. La gente reporta beneficios con el consumo de microdosis [rinden más en el trabajo, aumenta su creatividad], pero los ensayos dicen que las microdosis no tienen beneficios, tampoco sobre ningún problema de salud mental determinado. De hecho, los beneficios reportados pueden estar relacionados con el efecto placebo”, subraya Soto Angona.
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