Solo un tercio de los ahogamientos en Galicia se produce en temporada de verano

La siniestralidad laboral del sector pesquero y los suicidios en localidades de la costa explican que ese tipo de sucesos se registren durante todo el año, según los socorristas

Formación de personal de Socorrismo en una playa coruñesa. |  // CEDIDA

Formación de personal de Socorrismo en una playa coruñesa. | // CEDIDA / Mateo G. triñanes

Mateo G. triñanes

El pasado 3 de julio, en un arenal de la localidad lucense de Ribadeo, un grupo de bañistas socorría a una persona cuyo cuerpo flotaba en el agua. La acercaron a tierra firme y alertaron a Emergencias, sin embargo, la mujer, que resultó ser una enfermera asturiana, fallecería posteriormente en instalaciones hospitalarias como consecuencia de un ahogamiento.

Rodríguez, en Riazor.  | // V. ECHAVE

Rodríguez, en Riazor. | // V. ECHAVE / Mateo G. triñanes

Su muerte supuso el vigésimo deceso, en lo que va de año, por esta circunstancia en Galicia, ya que según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que efectúa la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo desde enero hasta junio, diecinueve personas habían perdido la vida ahogados. No obstante, posteriormente y hasta hoy, llegarían dos más, acumulando hasta el 28 de julio un total de veintidós víctimas mortales por ahogamiento.

La comunidad gallega suma de este modo, en lo que va de año, más de la mitad de los fallecimientos registrados por ahogamientos en espacios acuáticos el año pasado cuando se registraron 39. Aún así se puede percibir una mejoría con el paso de los años, pues cabe recordar que en 2016 se registraron 69 fallecimientos por esta causa, 58 en 2017 o 54 en 2019.

Lo realmente llamativo de los datos del presente año es que, durante los dos meses de verano que llevamos, el de junio y lo que va de julio (que encara ya su recta final), Galicia ha contado únicamente siete fallecimientos por asfixia en el agua, es decir algo menos del 32% del total se han registrado en verano. Un dato que llama la atención, pues es en estas fechas cuando una mayor cantidad de bañistas se acumulan en los arenales con una ingente trasiego de visitantes y siendo, además, Galicia la comunidad que más playas posee en toda España en sus casi 1.500 kilómetros de costa. Para ponerlo en perspectiva, tan solo hay que ojear los datos de otras autonomías. De los 37 ahogamientos que registra Andalucía, que lidera la fatídica clasificación, el 67,5% se produjeron en los meses de junio y julio. Un porcentaje muy similar, aunque ligeramente superior, registra Cataluña donde el 70,5% de los 34 fallecimientos registrados por asfixia en el agua tuvo lugar entre el presente mes y el pasado.

Y esta es la tónica habitual, tan solo Canarias, con un clima mucho más benévolo durante todo el año y por lo tanto una mayor afluencia de visitantes, registra una menor concentración de los ahogamientos durante los meses de junio y agosto que la comunidad gallega, con el 22,5% de los 31 fallecidos en estas circunstancias en lo que va de año.

Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, señala que los datos que recoge la Federación Española no responden solo a los bañistas ahogados, y en Galicia “todos los años hay algún fallecido derivado de los trabajos del sector pesquero”. Además, precisamente por los amplios kilómetros de litoral, “tirarse al agua lamentablemente uno de los métodos escogidos para el suicidio en las localidades de costa” y ambas casuísticas entrarían en esta estadística.

“Este año notamos un mayor número de rescates por hacer caso omiso a los avisos de Socorrismo”

Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia y coordinadora del Servicio de Socorrismo de A Coruña, cuenta en esta entrevista cuáles son los mayores riesgos de ahogamiento en la comunidad gallega y cómo mantener la seguridad en los baños estivales. ¿Existe algún rango de edad en Galicia que tenga una mayor sobreexposición a este peligro? El rango de edad de mayor peligro es a partir de los 60. Principalmente, además, son varones. El motivo es que con el agua fría que tenemos en Galicia se producen diferencias de temperatura muy importantes que llegan a generar algún problema cardíaco. Luego también con los niños hay que tener mucho cuidado porque se ahogan más rápidamente, incluso en zonas en las que puede haber muy poco calado. En función del lugar también cambian mucho los peligros... Claro, no es lo mismo una playa de ría que una de mar abierto. Este año estamos notando que hay un mayor número de rescates por hacer caso omiso a los avisos de Socorrismo. Es decir, por no prestar atención a las banderas que determinan si es posible bañarse o no, la gente va para adelante y qué más da... y ahí es donde más riesgo hay, sobre todo, en aquellas zonas que no tienen vigilancia. ¿Y las piscinas? Mucho menos. En las piscinas normalmente hay una normativa que regula la necesidad de socorristas y una inspección periódica, tanto del agua como de los materiales. Por ello, el riesgo es mucho menor. Pese a que Galicia cuenta con el mayor número de kilómetros de costa no presenta el peor comportamiento. ¿Está la comunidad gallega mejor preparada que otras autonomías? Es probable, pero hay que entender que la afluencia que podemos tener nosotros esta por debajo de la de otras comunidades, como Andalucía o Valencia. A eso hay que añadirle, de nuevo, el tema de la temperatura del agua. Nosotros vemos muchas veces que la playa está llena, hay un número altísimo de personas en ella, pero en el agua hay muy pocas. Eso también influye mucho. ¿Qué recomendaciones daría a los bañistas para garantizar su seguridad? Lo primero, mirar las banderas y atender los avisos de socorrismo y en caso de que no haya este servicio es muy importante la responsabilidad. Después, ser muy vigilante con los niños y tener mucho cuidado con los materiales que usan —manguitos, hinchables...—. Y, por último, no hacer comidas copiosas antes de meterse en el agua porque eso puede producir un tema cardíaco importante.

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