Investigadores gallegos invitan al micromecenazgo para buscar nuevas terapias para la calcificación vascular

El objetivo es diseñar tratamientos para la dolencia cardiovascular que más muertes causa en el mundo

El investigador Ricardo Villa Bellosta, con Alicia Flores Roco, a la izquierda, y Belinda Lago Vallejo.

El investigador Ricardo Villa Bellosta, con Alicia Flores Roco, a la izquierda, y Belinda Lago Vallejo. / Koro Martínez

Koro Martínez

Consciente de que la sociedad española no está precisamente acostumbrada a colaborar en iniciativas de micromecenazgo, pero también sabedor de que “cada aportación cuenta y diez, veinte o cincuenta euros van sumando para, por ejemplo, financiar materiales muy costosos con los que trabajamos”, Ricardo Villa Bellosta afronta con optimismo la campaña de recaudación iniciada para un proyecto de investigación contra la calcificación cardiovascular patológica, incluida dentro de las enfermedades cardiovasculares, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como la principal causa de muerte en el mundo.

Al frente de un equipo de cuatro personas en el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular e Enfermidades Crónicas (Cimus) de la Universidade de Santiago (USC), su trabajo se centra en la calcificación vascular, asociada a dolencias genéticas comunes como la diabetes, la enfermedad renal crónica y el envejecimiento, y pretende abrir la vía al desarrollo de nuevas terapias contra esta enfermedad.

Un trabajo incluido en la plataforma de micromecenazgo de la USC denominada Sumo Valor, a través de la que se invita a la participación ciudadana para recaudar fondos mediante donaciones, iniciativa que se podrá llevar a cabo hasta el próximo mes de febrero y que cuenta además con beneficios fiscales para los participantes a través de deducciones en su IRPF. Los interesados pueden realizar una microdonación a través de https://www.usc.gal/gl/usc/mecenado/sumo-valor.

Ricardo Villa admite en conversación con este periódico que, además de la falta de tradición del micromecenazgo frente a otros países como Estados Unidos —donde está ampliamente extendido—, “allí realizas una aportación prácticamente al instante, y aquí aún es engorroso, debería simplificarse para poder hacerlo con mayor rapidez”, pero insiste en que todo suma y en que, en cualquier caso, su equipo cuenta con financiación de diferentes instituciones, algunas de ellas con cuantías muy importantes como el medio millón de euros obtenido a través de una fundación estadounidense. El éxito de este llamamiento solidario a la ciudadanía contribuirá a abrir las vías a nuevas terapias.

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