Así fue el “sí, quiero” de Ana Peleteiro

La medallista olímpica, espectacular en su boda en Pontevedra, lució un vestido blanco de palabra de honor y el pelo suelto

Así fue el “sí, quiero”  de Ana Peleteiro

Así fue el “sí, quiero” de Ana Peleteiro

REDACCIÓN

Y por fin, sonaron las campanas de boda. Ana Peleteiro y Benjamín Compaoré ya son, oficialmente, marido y mujer. La pareja se dio ayer el ‘sí, quiero’, en una emotiva boda celebrada en Pontevedra y que ha logrado reunir a la jet set del deporte y la moda, los dos “mundos” de la medallista olímpica.

El feliz enlace tuvo lugar en Pazo Miradores, ubicado en la parroquia pontevedresa de Salcedo. Toda una joya desconocida hasta el momento, y que se estrenaba como nuevo lugar de moda para la celebración de grandes eventos. Y es que a la boda acudieron la friolera de 200 invitados: desde las influencers Rebeca Stones, Natalia Maquieira y Katia Gutiérrez, hasta los deportistas Adrián Ben y su pareja, la también deportista Águeda Marquéz, entre muchos otros.

Así fue el “sí, quiero”  de Ana Peleteiro

Así fue el “sí, quiero” de Ana Peleteiro / REDACCIÓN

Por supuesto, no se han podido perder la boda los familiares del novio, de origen francés, y que ya llevaban varios días por la zona. Por este motivo, se sabe que la boda se ha celebrado en castellano y francés, para facilitar que todos los invitados pudiesen comprender las bonitas palabras que se han dedicado Ana y Benjamín.

La novia ha acaparado todas las miradas con un espectacular traje en color blanco con volantes y de palabra de honor, obra de la conocida diseñadora nupcial Lorena Formoso, quien también fue la encargada de diseñar el traje de boda de la cantante Soraya Arnelas, que se casó hace unos meses.

Ana Peleteiro aparecía espectacular, acompañada de su padre, y luciendo una amplia sonrisa de pura felicidad. El vestido, con hombros al aire y un precioso volante en el pecho, le sentaba a la novia como un guante.

Peleteiro llevó el cabello suelto y ondulado, además de un maquillaje muy natural, acorde a su estilo diario. La joven cerraba el conjunto con un precioso ramo de flores silvestres en tonos pastel.

Por su parte, el novio eligió un traje oscuro con corbata en tonos granates y camisa blanca para subir al altar. Un estilo clásico pero elegante con el que estaba muy favorecido.