Mejorar los resultados en salud de los pacientes, misión del Farmacéutico del Servizo Galego de Saúde

La vertiente clínico-asistencial del Farmacéutico de Atención Primaria en el Sergas, modelo para el resto de comunidades

Farmacia hospitalaria y de atención primaria.

Farmacia hospitalaria y de atención primaria. / LOC

B. C.

La Farmacia Hospitalaria nació como una especialización farmacéutica encargada de la selección, adquisición, preparación, control, dispensación, información de medicamentos y otras actividades orientadas a conseguir una utilización apropiada, segura y coste-efectiva de los medicamentos y productos sanitarios, en beneficio de los pacientes atendidos en el hospital y su área de influencia. Pero hoy en día ha evolucionado para convertirse en una profesión sanitaria líder, innovadora y de prestigio, reconocida como el puente que une al paciente con sus objetivos farmacoterapéuticos y al sistema sanitario con la máxima eficiencia.

La misión principal del farmacéutico hospitalario (FH) consiste en mejorar los resultados en salud para los pacientes a través de la provisión de un tratamiento farmacoterapéutico individualizado, atendiendo a las características propias del medicamento y del paciente, optimizando la efectividad y la eficiencia de los tratamientos y la seguridad en su uso, proporcionando toda la información necesaria, y favoreciendo la continuidad asistencial interniveles del paciente.

El FH se encarga de proporcionar una atención farmacéutica adecuada, garantizando un trato individualizado y adaptado a las necesidades e inquietudes del paciente, además de mejorar la adherencia farmacoterapéutica a los tratamientos y minimizar los eventos adversos relacionados con los mismos.

Entre sus labores desaca también garantizar la trazabilidad del historial farmacoterapéutico del paciente, asegurando que tanto el propio paciente como el resto de profesionales sanitarios encargados de su atención tengan a su disposición toda la información sobre los tratamientos y su evolución. Otra de sus tareas es promover el empoderamiento de los pacientes, formándoles en su enfermedad y tratamiento.

Pero la misión del FH no es solo para con los pacientes, también beneficia al resto de profesionales sanitarios y a la sociedad en general ya que sirve de enlace entre el paciente que requiere atención hospitalaria y el resto de profesionales sanitarios encargados de su atención, favoreciendo una comunicación e información más completa tanto de forma directa como a través de la historia clínica. En Galicia actualmente existe un sistema de interconsulta entre la FH y los farmacéuticos de atención primaria que garantiza la colaboración eficaz para asegurar una atención de calidad a los pacientes en las transiciones asistenciales. También reduce los incidentes relacionados con la medicación a través de la validación farmacoterapéutica de los tratamientos antes de la dispensación al paciente y la promoción de la farmacovigilancia.

Además, asegura la preparación de medicamentos de alto riesgo y mezclas intravenosas en condiciones óptimas de seguridad tanto para el paciente como para el personal sanitario, y colabora en la promoción y gestión de nuevos sistemas de seguridad y nuevas tecnologías de la información integradas con el resto de sistemas sanitarios.

Galicia cuenta con la figura de farmacéutico de Atención Primaria desde hace 25 años

La figura del Farmacéutico de Atención Primaria (FAP) surgió en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a partir del año 1985 con el objetivo de dar cobertura a este ámbito asistencial en su necesidad de disponer de un profesional sanitario capaz de desarrollar las actividades fundamentales para mejorar la seguridad, efectividad y eficiencia del uso de medicamentos y productos sanitarios a nivel individual y poblacional, posibilitando la información objetiva de los mismos y su evaluación, y ofreciendo el máximo apoyo a los profesionales de la salud, gestores y pacientes de este ámbito asistencial. El papel y responsabilidades del FAP en las distintas comunidades autónomas ha ido evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades del SNS, siendo en todas ellas un referente para el uso adecuado de los medicamentos y productos sanitarios para profesionales, gestores y pacientes. En Galicia, hace ya 25 años, que el FAP se fue incorporando al equipo multidisciplinar de los centros de atención primaria, siendo en la actualidad 100 FAPs distribuidos en las 7 áreas sanitarias. Todos los centros de salud cuentan con un FAP de referencia, aunque de forma presencial se encuentran en los centros de salud con la mayor población a atender, cada FAP tiene un área de influencia bien definida, lo que garantiza la atención farmacéutica necesaria así como el uso racional del medicamento en toda la atención primaria, de acuerdo con las directrices establecidas tanto en el texto refundido de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2015, como en la Ley 3/2019, de Ordenación Farmacéutica de Galicia. Un rasgo diferencial de nuestra comunidad autónoma, es la integración del FAP en la actividad asistencial del equipo multidisciplinar del centro de salud y la homologación sanitaria de determinados medicamentos. Ofrecen una atención integral e integrada tanto desde la propia consulta como desde el ámbito comunitario. Esta vertiente clínico-asistencial en el Servizo Galego de Saúde, con presencia en los centros de salud, es en la actualidad un modelo a seguir por el resto de comunidades. Entre las muchas actividades que realiza el FAP y en el marco de aquellas que se centran en mejorar la seguridad del uso de los medicamentos y los resultados en salud en los pacientes crónicos y polimedicados, los cuales tienen una mayor probabilidad de tener potenciales problemas de seguridad (PPS) asociados a los medicamentos. El programa “de prácticas seguras con medicamentos de uso crónico” tiene la estrategia es reducir el riesgo que se puede asociar al uso de determinados fármacos en determinadas situaciones clínicas o cuando se asocian a otros fármacos. En este sentido y a nivel global de Galicia se ha conseguido en estos 3 últimos años desde su implantación una reducción de un 49% de pacientes con potenciales problemas de seguridad.