La Fiscalía descarta la existencia de ofensas al honor de Oubiña en la serie ‘Fariña’

El cambadés reclama 1,5 millones de euros en base a la Ley de Marcas y Patentes

Laureano Oubiña, ayer, a su  llegada al juzgado.

Laureano Oubiña, ayer, a su llegada al juzgado. / Iñaki Abella

A. G.

Laureano Oubiña sentó ayer en el banquillo de los acusados a las productoras y distribuidoras de la serie televisiva Fariña, en la que considera que no sale muy bien parado como uno de sus personajes principales. El cambadés reclama un millón y medio de euros por daño al honor, algo que la Fiscalía no tiene tan claro, ya que pidió la desestimación de la demanda al no apreciar ninguna prueba que demuestre ese perjuicio.

Oubiña llegó al juzgado de Vilagarcía diez minutos antes y sobre las 10.30 horas arrancó un juicio en el que no iba a abrir la boca en ningún momento, dejando todo el protagonismo a su abogado. No hubo sus habituales salidas de tono ni malos gestos, ni siquiera en las conclusiones de los abogados de las tres empresas denunciadas, que se cebaron con él y con los motivos de la denuncia, recordándole que su honor no lo pusieron en riesgo ellas publicando Fariña, sino él mismo con sus propios actos.

Oubiña se presentó en el juzgado reclamando 1,5 millones de euros por intromisión al honor y calumnias hacia su persona cometido por la grabación y publicación de Fariña por Bambú Producciones, Atresmedia y Netflix. Para ello, su representante legal apeló a la Ley de Marcas y Patentes, comparando el uso del nombre de Oubiña con el de una marca registrada, lo que permitiría solicitar “el 1% de los ingresos que generó la serie, pero solo reclamamos el 0,25%”.

El abogado de Oubiña interrogó a Ramón Campos de Bambú y a Diego Ábalos de Netflix sobre los motivos por los que se introdujeron escenas sexuales que dañaban, no solo el honor de su cliente, sino también el de su esposa ya fallecida, cómo habían contrastado la información atribuyéndole hechos que Oubiña no habría cometido (como el tráfico de cocaína) y que durante toda la serie de le reflejase como una persona soez y brutal.

Las empresas demandadas argumentaron que cuando refieren hechos históricos, los guionistas no necesitan el permiso de los personajes; que Oubiña tenía más protagonismo por ser el más mediático de todos; que la mala reputación del exnarcotraficante no depende de Fariña, sino de su propio historial delictivo; o que Oubiña con este juicio lo que busca es “exposición pública y no lavar su imagen”.

La Fiscalía explicó en su alegato final que no veía que se hubiese cometido una intromisión ilegítima en los derechos del demandante ya que se está “ante una ficción inspirada en hechos reales dramatizados a la que no es posible exigir un criterio de veracidad”. Tampoco apreció que “haya quedado acreditado ningún tipo de daño, por lo que se debe pedir la desestimación de la demanda”.