La gallega cuya madre impidió su eutanasia la pospone indefinidamente

Presentó un acta notarial a Sanidade “después de hablar con su familia”, explica Abogados Cristianos

David Suárez

Giro de 180 grados en el caso de la gallega que pidió una eutanasia, cuya madre intentó impedir con una denuncia en el Juzgado. Belén, de 54 años y enferma de esclerosis múltiple, ha presentado un acta notarial a la Consellería de Sanidade para posponer indefinidamente el procedimiento. La Fundación Española de Abogados Cristianos, a la que acudió la madre de Belén en busca de asesoramiento para detener la eutanasia de su hija, celebró ayer en un comunicado que esta ha solicitado “mediante un acta notarial” aplazar indefinidamente la eutanasia que le había sido concedida.

“Belén ha tomado esta decisión después de hablar con su familia, sobre todo con su hermana, su sobrina y con un tío carnal hermano de su madre con el que ella tiene mucha relación y ha decidido aplazar la eutanasia sine die”, explica la portavoz de esta fundación, María Riesco, a El Correo Gallego, del mismo grupo que LA OPINIÓN. La mujer ha tomado la decisión semanas después de que su madre no abriese la puerta a los sanitarios que fueron a buscarla a su casa el pasado día 2 de noviembre para practicarle la eutanasia. Posteriormente, el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago archivó la denuncia que interpuso Abogados Cristianos por orden de la madre, que pretendía paralizar el proceso.

El presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, aseguró ayer que la Xunta respetará la decisión de Belén. “Es una decisión personal amparada en una normativa y, por lo tanto, a eso tenemos que remitirnos”, aseveró tras ser preguntado por el caso en un acto en Poio. “Haremos al final lo que quiera esta persona”, subrayó el presidente, que rechazó pronunciarse sobre el cambio en la decisión “personal” de la mujer. “Las razones para tener una posición en un momento y cambiar después no me las puede preguntar a mí. Hay que preguntárselas a la persona que cambió la decisión”, aseveró.

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) recibió a mediados de noviembre la confirmación del sobreseimiento del caso por parte de la Fiscalía compostelana, lo que permitía continuar con el procedimiento de acuerdo con lo establecido en la Ley 3/2021 que regula el derecho de los ciudadanos a poner fin a sus vidas sin sufrimiento.

La madre de Belén pidió a través de la Fundación Española de Abogados Cristianos que un juzgado impidiese la eutanasia de su hija, prevista inicialmente para la tarde del jueves 2 de noviembre, a la que diagnosticaron esclerosis múltiple cuando era joven. La fundación Abogados Cristianos acudió entonces a la justicia para solicitar medidas cautelares en el marco de una denuncia contra el Hospital Universitario de Santiago y la comisión de garantía y evaluación de la eutanasia de Galicia. Lo hizo al entender que no se cumplen los requisitos para que Belén recibiese la eutanasia y cuestionó, con base a lo expuesto por la progenitora, que sufra “dolores insoportables” como sostiene el informe de la citada comisión para avalar el procedimiento. Todo ello en representación de la madre, que convive en la capital gallega con su hija, que tiene un lado de su cuerpo paralizado y es una persona totalmente dependiente. Desde la Fundación aseguraron entonces que “el informe autoriza la eutanasia porque la hija sufre dolores constantes e insoportables, cuando no toma ni tan siquiera analgésicos”, un hecho que la Ley de Eutanasia no considera indispensable para concederla. Dicha Ley contempla que uno de los requisitos es padecer una enfermedad grave o incurable —como es el caso de esta mujer— o que genere padecimiento grave. Asimismo, no exige el padecimiento grave para eutanasiar y lo señala únicamente como una posibilidad.

La progenitora: “Mi hija está agradecida de que no abriera la puerta”

Carmen cerró la puerta de su casa cuando una ambulancia del Sergas vino a por su hija Belén, de 54 años y con esclerosis múltiple, el pasado 2 de noviembre para practicarle una eutanasia. Ahora, tras el cambio de opinión de su hija, pone en duda los protocolos para este tipo de casos tras el cambio de opinión de su hija. “Las personas que aprobaron esta eutanasia no tienen conciencia porque en los informes médicos pusieron varias mentiras para que se pudiera aprobar. Mi hija está aquí, a mi lado, y puede confirmarlo”, declara a El Correo Gallego, del mismo grupo que LA OPINIÓN. Carmen se refiere a unos informes que definió ya a principios de noviembre como “exagerados” y “falseados”.

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