Los obispos eligen a su presidente entre críticas de víctimas de abusos

Asociaciones de afectados por la pederastia en el seno de la Iglesia católica acusan a la Conferencia Episcopal de minimizar los casos

Juan José Omella, ayer. |  // EFE

Juan José Omella, ayer. | // EFE / Agencias

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Omella, se despidió ayer de los obispos de la Asamblea Plenaria con un discurso en el que hizo un llamamiento a la unidad y animó a mirar “siempre adelante” y dejar el pasado “en manos de Dios”. Este fue el último discurso de Omella como presidente de la CEE, que esta semana celebra la Asamblea Plenaria, sesión durante la cual los obispos estudiarán, entre otros documentos, el plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito eclesiástico.

El cardenal Omella dio las gracias a los obispos por el apoyo, colaboración y comprensión durante sus cuatro años al frente de la CEE, una “bella etapa” en la que —dijo— animó a los prelados a trabajar juntos para construir, entre todos, una sociedad más libre, más justa, más en paz. Ahora, ante la elección de su sucesor y la renovación de otros cargos en la CEE, Omella pidió a los obispos que pongan la mirada “exclusivamente” en el mayor bien del pueblo de Dios “con un absoluto desprendimiento de nuestros propios intereses y estrategias”. Y, ante esta nueva etapa que comenzará este martes con la elección del nuevo presidente de la CEE, el cardenal arzobispo de Barcelona instó a los obispos a caminar “sin prisa, siempre unidos, cohesionados mirando hacia adelante”. “San Pablo, como también nos ha dicho Jesús, nos invita a no mirar atrás, sino siempre adelante. Miremos adelante dejando el pasado en manos de Dios”, añadió.

En su discurso, Omella aprovechó también por mostrar el apoyo de la CEE al papa Francisco. “Cum Petro et sub Petro y lo remarco para que nadie lo dude”, subrayó.

El cardenal deja la presidencia de la CEE tras un mandato de cuatro años improrrogable por cuestiones de edad —presentó su renuncia al Papa al cumplir 75 años tal y como establece el derecho canónico— y durante este tiempo, la Iglesia española ha abordado, por primera vez, la cuestión de los abusos a menores. Bajo la presidencia de Omella, la CEE encargó una auditoría al despacho de abogados Cremades &Clavo Sotelo que recoge un total de 1.383 denuncias y un mínimo de 2.056 víctimas, aunque no ofrece una cifra de abusadores, y propone indemnizaciones de entre 6.000 y 100.000 euros.

El 1 de febrero, la CEE anunció la creación de una Comisión de arbitraje, prevista en el Plan de Reparación Integral a las Víctimas de abusos en la Iglesia, para estudiar las denuncias presentadas en las oficinas de las diócesis que no tengan recorrido en el ámbito judicial, bien porque hayan prescrito o porque el agresor haya fallecido. Esta Comisión de arbitraje tendrá ámbito nacional y estará formada por distintos perfiles entre los que habrá expertos en el ámbito jurídico, civil y canónico, médicos y psicólogos. Además, se creará una Comisión de expertos que haga el trabajo de baremación para los casos en los que se reclame una reparación económica.

Mientras se celebraba la reunión de la Asamblea Plenaria, representantes de asociaciones de víctimas de abusos en la Iglesia se concentraron frente a la sede de la CEE, a la que acusan de minimizar los casos de pederastia y a la que reclaman una reparación del daño causado. Preguntado sobre esta protesta, Omella aseguró que a las víctimas “las recordamos siempre” y destacó que la CEE trabaja en los protocolos para abordar los casos de abusos.