Francisco simplifica el funeral de los papas

El cadáver del Pontífice no será expuesto en público ni enterrado en las grutas vaticanas, según revela en el libro ‘El Sucesor’, donde aborda por primera vez su relación con Benedicto XVI

El cuerpo de Benedicto XVI,
expuesto en la Basílica
de San Pedro, el 2 de enero
de 2023.   | // STEFANO SPAZIANI

El cuerpo de Benedicto XVI, expuesto en la Basílica de San Pedro, el 2 de enero de 2023. | // STEFANO SPAZIANI / Agencias

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El papa Francisco ha simplificado el ritual del funeral de los papas y su cuerpo no será expuesto en público, según revela en el libro El Sucesor, en el que aborda por primera vez su relación con Benedicto XVI y confirma que será enterrado en la basílica de Santa María La Mayor y no en las grutas vaticanas.

En el libro-entrevista escrito por el periodista español Javier Martínez-Brocal y que sale hoy a la venta, Francisco asegura que el funeral de Benedicto XVI fue el último que se llevó a cabo con el actual protocolo fúnebre y que en el caso del Papa emérito todo lo decidió su secretario histórico, el alemán Georg Gänswein.

“Le confío una cosa, va a ser el último velatorio hecho así, con el cadáver del papa expuesto fuera del ataúd, en un catafalco. He hablado con el maestro de ceremonias y hemos eliminado eso y muchas otras cosas”, asegura. “Será con dignidad, como cualquier cristiano, pero no sobre almohadones. En mi opinión, el ritual actual estaba demasiado recargado. Eso de hacer dos velatorios me parecía excesivo. Que se haga uno solo y con el papa ya en el ataúd, como en todas las familias. Cambié varias cosas, en línea con la reforma que ya hicieron Pablo VI y Juan Pablo II”, explica en el libro.

“Ya no se hará una ceremonia para el cierre del ataúd. Se hará todo en la misma ceremonia, como con cualquier cristiano. Además, en mi caso me van a tener que llevar a la basílica de Santa María la Mayor. Cuando termine el funeral, que me lleven allá”, confirmó el Papa. Y explica: “Tengo mucha devoción a Santa María la Mayor, ya desde antes de ser papa, desde siempre. Allí ya está todo preparado. Justo después de la escultura de la Reina de la Paz hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros”. “Lo vi y pensé: Ese es el lugar, y ya está preparado ahí el lugar de la sepultura. Me han confirmado que ya está listo”, añade.

Francisco también asegura que vivió “como una falta de nobleza y de humanidad” la publicación del libro del que fuera secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, titulado Nada más que la verdad. Mi vida al lado de Benedicto XVI justo el día de su funeral. “Me afectan con una gran pena: que el día del sepelio se publique un libro que me pone de vuelta y media, contando cosas que no son verdad, es muy triste. Por supuesto, no me afecta en el sentido de que no me condiciona. Pero sí que me dolió que se usara a Benedicto”, dice el Pontífice.

Por otro lado, afirma que ciertas personas del entorno de Benedicto XVI —sin nombrarlas— “aprovechaban la menor ocasión para morderle” y asegura que, durante los últimos años, cuando vivía recluido en oración en el Monasterio Mater Eclesiae, “limitaron sus movimientos” y lo “fueron cercando”. Francisco también revela que un día se presentaron en el convento Mater Ecclesiae, donde pasó sus últimos años el papa emérito, un grupo de personas con la intención de hacerle a Francisco “prácticamente un proceso”. “Me acusaron ante él de que yo promovía el matrimonio homosexual. Benedicto no se agitó, porque sabía perfectamente lo que yo pienso”, dice el papa. La situación, según explica, le ayudó a comprender que tenía allí personas “medio tapaditas” y que aprovechaban la menor ocasión para morderle. “Él siempre me defendió”, agrega.

Parejas homosexuales

Además, el Papa se refiere a la Declaración Fiducia supplicans sobre el sentido pastoral de las bendiciones, publicada el 18 de diciembre de 2023, con la que se establece que es posible impartir informalmente la bendición a parejas casadas civilmente o a parejas de personas homosexuales, siempre que no se confunda con una boda. Francisco afirma que le duele que haya obispos, sobre todo del continente africano, que hayan rechazado frontalmente esta apertura e incluso han defendido que no pueden aplicarla sin causar escándalo. “A mí me duele un poco todo eso. Quizá no se comprende que yo sea tan desordenado, porque soy desordenado. Tendría que ser más cuidadoso en eso”, asegura Francisco.

Con todo, el Pontífice señala que un papa “no puede ser estático” y que hay muchas cuestiones de dogma y de moral “que se han clarificado en el último siglo”. Pone como ejemplo la pena de muerte, que la Iglesia cataloga ahora como inmoral, aunque “hace dos siglos no se podía decir”. “En el pasado, la esclavitud estaba permitida por la moral católica, y ahora es pecado”, aduce, para precisar en todo caso que hay que “evitar rupturas” como la de los llamados “viejos católicos” que se separaron de la Iglesia tras el Concilio Vaticano I.

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