Decenas de miles de personas tuvieron que abandonar ayer jueves sus hogares como consecuencia de los efectos que aún siguen causando los restos de la tormenta tropical Lee en el noreste de Estados Unidos, sobre todo en Pennsylvania, donde se registraron al menos tres muertos. La tormenta llega cuando aún no se han pagado los ecos del huracán Irene, que dejó una veintena de muertos, aunque finalmente no alcanzó la gravedad que se había esperado.

El centro del Estado de Pennsylvania fue la zona más afectada por las lluvias, que han provocado inundaciones históricas. En la localidad de Wilkes-Barre, en el valle de Wyoming, unas 65.000 personas recibieron la orden de abandonar antes de las ocho de la tarde de ayer sus hogares como consecuencia de la crecida del río Susquehanna, según informó la CNN.

Por otra parte, un hombre 71 años falleció en la noche del miércoles cuando intentaba achicar agua del sótano de su vivienda y los muros se vinieron abajo, mientras que otra persona murió ahogada a primera hora de ayer y otra persona más falleció durante la madrugada, según la Policía.

Muchos habitantes de la zona están comparando ya las inundaciones con los estragos causados por el huracán Agnes de 1972, que destruyó 68.000 viviendas y 3.000 negocios y dejó a 220.000 personas sin hogar en Pennsylvania.

Las crecidas de los ríos Susquehanna y Chenango también han provocado algunas evacuaciones en el Estado de Nueva York, en la ciudad de Binghamton y las localidades de Conklin, Endicott, Johnson City, Union y Vestal, mientras que se ha declarado el estado de emergencia en numerosas ciudades y condados. Además, las zonas próximas a Baltimore, en el estado de Maryland, también se han visto afectadas por las aguas.

Las lluvias que está dejando a su paso Lee se suman a las intensas precipitaciones que cayeron en la región como consecuencia del paso del huracán Irene hace apenas dos semanas. La tormenta tropical ya había dejado cuatro víctimas mortales a su paso por el sureste del país.

Carreteras cortadas

Las condiciones meteorológicas, según la Administración Federal de Aviación, han provocado algunos retrasos en los vuelos en los aeropuertos de Newark, Nueva Jersey, Nueva York y Filadelfia. Las lluvias han obligado a cerrar algunas carreteras y rutas de ferrocarril en Pensilvania.

La depresión tropical Lee azotó el pasado fin de semana el Golfo de México, dejando tras de sí importantes inundaciones en el Estado de Luisiana así como incendios en el de Texas.