La abogada compostelana Rosario Porto Ortega, de 44 años y madre de Asunta Basterra, la niña hallada muerta el domingo pasado en una pista forestal de la localidad de Teo, cerca de Santiago,Asunta Basterraniña muerta TeoSantiago fue detenida por presunto homicidio detenida homicidio por la Guardia Civil ayer por la mañana. Los agentes practicaron el arresto con gran discreción una vez finalizada la incineración de la pequeña en el tanatorio de Boisaca.

La letrada fue trasladada al cuartel de la Guardia Civil de Lonzas en A Coruña, donde permanece incomunicada a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas. No obstante la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas actuaciones que impliquen a otras personas

La grabación de una de las cámaras de seguridad ubicadas en el centro de Santiago de Compostela, que al parecer recoge imágenes de madre e hija en un vehículo a una hora en la que Asunta Basterra ya habría desaparecido según el testimonio inicial de su madre a los agentes encargados de la investigación, precipitó su arresto. También se hallaron algunas evidencias físicas, como un cordel que tenía la niña en el lugar donde apareció el cadáver y que es similar a otro localizado en la finca materna de Montouto en Teo, muy cerca de donde se halló el cadáver. La propia madre habría reconocido estar allí el sábado por la tarde para recoger los trajes de baño porque la familia tenía previsto ir al día siguiente a la playa.

Estas imágenes y otras evidencias que no han trascendido por estar el caso bajo secreto de sumario, se suman a algunas incoherencias que los investigadores percibieron en el relato de Rosario Porto cuando le comunicaron que su hija había aparecido muerta y que inicialmente atribuyeron al estado de shock de la mujer. Ahora sospechan que la denuncia que presentaron los padres de la pequeña por su desaparición el sábado a las 22.30 horas en la comisaría de Santiago podría ser un "montaje" dadas las incongruencias y contradicciones detectadas.

Y es que Rosario, tras manifestar a los policías que les atendieron que a pesar de estar separados ella y su exmarido se llevaban bien, que no tenían problemas con la niña -adoptada en China cuando todavía no había cumplido un año- y una alumna de altas capacidades que iba un curso adelantada y tocaba el piano e iba a clases de ballet, relató un extraño asalto a su vivienda en el mes de julio que no llegó a denunciar. Aseguró que un hombre entró en su casa y fue al cuarto de su hija, vestía de oscuro y llevaba guantes de látex, y habría intentado asfixiar a Asunta, cuyos gritos despertaron a su madre que solo pudo ver huir al hombre. Explicó que tras consultarlo no denunció lo ocurrido para evitar causarle un trauma a su hija.

La periodista Tareixa Navaza, que ejerció apenas unas horas de portavoz familiarTareixa Navaza, explicó que fue un hecho "muy doloroso" para la familia y por eso no lo denunciaron.

Rosario Porto y su exmarido, el periodista Alfonso Basterra, acudieron juntos a las dependencias policiales para interponer la denuncia. La madre de la niña manifestó que cuando salió de su casa pasadas las 19.30 horas dejó a Asunta haciendo los deberes porque no quiso acompañarla a realizar unas gestiones. Salió sin cerrar con llave la puerta y cuando volvió, sobre las 21.30 comprobó que la puerta estaba cerrada con llave y la alarma puesta, y que la niña no estaba. No le extrañó porque vive a solo 25 metros de su marido y suele ir a su casa con frecuencia. Le llamó pensando que Asunta ya estaba allí -la portavoz de la familia manifestó ayer que los padres habían quedado en cenar juntos con su hija-, y tras esperar un tiempo prudencial sin que los amigos y conocidos de Asunta supieran donde estaba denunciaron su desaparición. Después, cada uno se fue a su casa a la espera de noticias.

La autopsia fija la muerte de la niña sobre las 9 de la noche, o como muy tarde a las 10. Además, se han recogido algunas pruebas físicas en la casa que la familia posee en el municipio de Teo, muy cerca de donde se encontró el cadáver de Asunta Basterra. En concreto, los agentes recogieron en la cuneta donde apareció muerta la niña un tipo de cordel muy similar al hallado en la finca familiar de Teo y que podría tener alguna mancha de sangre según Europa Press. De momento se está a la espera del análisis solicitado para comprobar si son iguales.

La investigación se centró desde el principio en el entorno más próximo de AsuntaAsunta, cuyo cadáver no presentaba signos de agresión sexual, ni golpes ni marcas de defensa o de estrangulamiento que aclararan su muerte. Todo apunta que la niña murió por asfixia, y los análisis toxicológicos aclararán si, como se sospecha, fue sedada. La muerte se produjo en un lugar distinto al que se depositó su cuerpo para que fuera hallado.

A la espera de que Rosario Porto sea puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, a cuyo frente se encuentra el magistrado José Antonio Vázquez Taín, los investigadores analizan los abundantes datos e indicios recogidos en las inspecciones oculares y registros de los domicilios de los padres de Asunta y también de la finca de recreo de Teo. Unos datos que prefieren que Rosario no conozca hasta que le toque declarar.