Una mujer suiza buscada en su país desde la pasada Nochebuena por llevarse a su hijo de diez meses ilegalmente al no aceptar el tratamiento que se le administraba por su hidrocefalia, degolló el miércoles al bebé en el hospital de Torrevieja poco después de haber sido detenida y cuando era custodiada por dos agentes de la Guardia Civil. El instituto armado ha abierto una investigación aunque las primeras pesquisas apuntan que el cuchillo de cocina que supuestamente utilizó estaba escondido en una bolsa en la que llevaba los pañales y otros efectos para el cuidado del menor.

Sobre Katharina Katit-Stäheli, de 40 años, pesaba una orden internacional de captura. El pequeño Dylan Katit, que padecía una grave enfermedad, se hallaba bajo tutela médica en el hospital de Zúrich desde que a la madre se le había retirado la custodia. La madre rechazaba el tratamiento pautado por los médicos e incluso había llegado a retirarle los fármacos.

La Policía Nacional solicitó la colaboración ciudadana para localizarles en España tras una alerta de Interpol. La llamada de una mujer, que había visto esta alerta de las fuerzas de seguridad en la televisión, permitió encontrarla el miércoles a las siete de la tarde con el bebé, en un hipermercado de Torrevieja.

La mujer fue detenida y trasladada, junto con su hijo, al hospital de la localidad. El niño fue ingresado en una habitación del área materno-infantil y se permitió a la madre quedarse con él, aunque en todo momento bajo la custodia de dos agentes de la Guardia Civil. Los agentes del instituto armado decidieron trasladar al niño al centro sanitario para que fuera sometido a una revisión médica, antes de poner a ambos a disposición del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, competente en el proceso de extradición.

El objetivo de ese ingreso hospitalario era conocer si el bebé estaba en condiciones físicas de realizar el viaje de regreso. La mujer pidió permiso para dar un baño al pequeño sobre las once y media de la noche.

Después, dijo que iba a cambiarle el pañal. En el momento en el que lo desvestía y los dos agentes custodiaban la puerta, que al parecer llegó a cerrar, sacó un cuchillo de cocina de 15 centímetros de hoja que llevaba en el interior de la bolsa, camuflado entre los pañales, y degolló al bebé. Luego, trató de repetir esa acción consigo misma, aunque no logró y fue intervenida quirúrgicamente de urgencia.

Tras sacar al bebé de forma ilegal de Suiza, la mujer viajó primero a Alemania y luego a Praga -donde intentó que el niño recibiera asistencia médica-. A Torrevieja llegó en un vehículo que identificó la mujer que dio el aviso en el centro comercial.