Las tres víctimas del incendio de una vivienda en Alicante fallecieron por inhalación de humo

Las tres víctimas del incendio que calcinó una vivienda la madrugada del pasado lunes en La Cala de La Vila Joiosa fallecieron por inhalación de humo, según confirman fuentes cercanas al caso. Dos de ellas, el padre y la abuela, ya han sido identificados mientras que se sigue a la espera de confirmar de forma definitiva la identidad del menor de cinco años, según las mismas fuentes. La mujer fallecida tenía 74 años y el hombre 45 años, según los últimos datos.

El trágico suceso ocurrido en la planta 11 de un edificio de 24 pisos de esta zona de playa del municipio se produjo la madrugada del domingo al lunes alrededor de las 2.15 horas cuando el pequeño, su padre y su abuela se encontraban en la vivienda siniestrada. El incendio obligó además a desalojar a 120 personas y a confinar a otras muchas en sus casas y dejó 15 heridos por inhalación de humo. Además afectó al colindante, la única vivienda donde no han podido volver sus tres residentes.

Como ya se avanzó el lunes, las primeras pesquisas apuntaron a que el origen del fuego fue la sobrecarga en un enchufe del salón. Este martes, el alcalde de La Vila Joiosa, Marcos Zaragoza, y el presidente de la Diputación, Toni Pérez, confirmaron ese origen tras el minuto de silencio celebrado en el municipio, además de precisar que la causa estaba en una regleta conectada a esa toma eléctrica. Ambos declinaron más datos ya que "hay una investigación abierta" que será la que dé más detalles en un informe definitivo. Aún así, Pérez indicó que el "tamaño, distribución o elementos" que pudiera haber en esa conexión "no aportan nada a la situación que estamos viviendo, que es la pérdida de tres vidas humanas".

Tres miembros de una misma familia, Dolores, Ignacio y el menor de cinco años, Héctor, quien fue localizado abrazado a su perro, fallecieron en el trágico suceso que ha truncado la vida del resto de la familia. La mala suerte hizo que el pequeño durmiera esa noche con su padre y su abuela, algo que no era habitual ya que, tras pasar el fin de semana en La Vila, solía regresar los domingos a Alicante con su madre, donde estaba escolarizado, según explican a este diario fuentes cercanas al caso y vecinos y amigos de los fallecidos.

Apoyo a la familia

El alcalde de La Vila indicaba este martes que se está dando todo el apoyo posible a la familia de los fallecidos: "Estamos con la familia porque las circunstancias son complejas", no solo por lo ocurrido sino porque "hay una familiar que está en el hospital y estamos hablando con ellos y nos hemos puesto a su disposición". El presidente de la Diputación recalcó el "dolor y luto" por la pérdida de tres personas a las que se suman esas circunstancias complicadas: "La pérdida de un ser querido es doloroso, además hay circunstancias que además acompañan de forma especial ese trance de dolor. Hay que acompañarles".

A ellos y también a otra de las familias que se han quedado sin nada tras el incendio. Tres personas que residían en el piso contiguo no han podido volver a su casa por el estado en el que ha quedado y han sido realojados provisionalmente en un hotel de La Vila. La Conselleria de Vivienda "nos ha facilitado un piso en Benidorm. Estamos dando de alta los servicios y el Ayuntamiento va a comprar mobiliario entre hoy y mañana para ver si la semana que viene se puede dar ya la vivienda a la familia que se ha quedado en la calle", explica el alcalde de La Vila. Ese inmueble está situado en La Cala de la capital turística. También lo confirmó Pérez quien indicó que la intención es dar también todo el apoyo a estas personas.

Con todo, ambos destacaron de nuevo el trabajo de los cuerpos de seguridad, los bomberos y los servicios sanitarios cuando se produjo el incendio y destacaron que "todo funcionó como tenía que funcionar" en referencia a la alarma de incendios y otros sistemas además del protocolo de actuación.

El banco donde se sentaba Dolores

Nacho, como le conocían sus amigos, trabajaba desde hace años como cocinero en el hotel Bali, solo a unas calles de la torre donde vivía. Así lo han confirmado fuentes de este alojamiento y también lo relató un compañero y amigo el pasado lunes a INFORMACIÓN. Alex y Nacho llevaban tiempo trabajando juntos y vivían en el mismo residencial. El joven se rompía al recordarle a él y a su hijo.

El fallecido, según confirmaron vecinos, residía junto a su madre en la vivienda de dos dormitorios de la planta 11 que ardió la madrugada del lunes. Dolores, de 74 años, llevaba más de una década residiendo ahí, según las fuentes consultadas. Era habitual verla con su perro pequeño en las zonas comunes de la urbanización dando un paseo hasta uno de los bancos de madera: "Bajaba siempre con su perrito y se sentaba ahí en los bancos. Estaba delicada de salud", indica a este diario uno de los vecinos del edificio mientras lamenta su pérdida.

En uno de esos bancos había este martes un ramo de flores rojas. Unas vecinas han decidido rendir este homenaje a Dolores. Y no ha sido la única muestra de cariño. En la entrada de la torre donde vivían, unas flores y peluches recuerdan al menor, a su padre y a su abuela. "Ha sido muy traumático", indica a este diario Pilar Bueno. Ella era conocida de la mujer fallecida: "Nos llevábamos muy bien. Nos veíamos y hablábamos. La conocí por una amiga en común y antes salíamos a tomar café".

Como ella, otras residentes del edificio la recuerdan como una "muy buena persona. Es todo muy triste". Los vecinos de esta torre de 24 plantas intentaban este martes volver a la normalidad tras el trágico suceso que a algunos aún no les deja dormir. "Ahora estoy obsesionada con desconectar todo de los enchufes", explica una vecina tras lo ocurrido en su edificio y el incendio de otro en el barrio de Campanar,