Los miembros del grupo barcelonés Elefantes se separaron en el punto álgido de su carrera. Ocurrió en 2005 y ellos mismos siguen sin identificar las causas concretas de la falta de sintonía que provocó un adiós que pretendía ser definitivo. Tras ocho años de letargo, los Elefantes se desperezaron de nuevo y recuperaron la motivación para volver a juntarse. Jordi Ramiro, Julio Cascán, Hugo Toscano y el vocalista Shuarma editaron un nuevo álbum que salió a la luz el año pasado.

-¿Cómo tomaron la decisión de volver a trabajar juntos?

-Fue todo muy fácil. Habíamos disuelto el grupo porque notábamos que algo no funcionaba, que ya no vibrábamos haciendo música juntos. Se había perdido una conexión básica entre nosotros. Y un día, de repente, después de ocho años sin reunirnos, nos vimos y notamos que habíamos recuperado aquello que nos unió en su momento. Sentimos que surgía de nuevo el sentimiento que necesitamos para trabajar en equipo.

-¿Ha cambiado mucho en este tiempo la industria discográfica?

-El proceso de producción fundamentalmente es igual. Quizás antes la actividad se lograba más bien a través de contratos con ayuntamientos, mientras que ahora pesa mucho la organización de festivales a la hora de elaborar una agenda. Y está claro que han existido modificaciones en el sistema de producción, porque hay que adaptarse a internet.

-El contexto, en general, es muy diferente. ¿Cómo influye la situación actual en sus creaciones?

-Todo lo que te rodea te afecta, eso es una evidencia. Pero las crisis pueden ser muy estimulantes a nivel artístico y creativo. La tristeza siempre ha sido una gran maestra.

-Y frente a ello, ¿qué actitud cree que se debe adoptar y que procuran transmitir en algunas de sus canciones?

-Sin dejar de ver la realidad, diría que hay que mirar al frente con esperanza, sin perder la pasión, y que las oportunidades solo surgen si hay movimiento y reacción en tu propia vida. Es bueno reconocer lo que ocurre, pero uno mismo tiene la posibilidad de elegir cómo se toma las cosas.

-¿A qué estilo se sienten más próximos en este momento?

-Nos resultan indiferentes las etiquetas. Supongo que se nos podría clasificar dentro del género pop-rock, pero dejamos que nos describan otros. Hacemos la música que nos sale del interior, aquello que surge y que nos gusta, procurando mantenernos ajenos a las modas.

-¿Y qué suele surgir antes en la fase de composición, la letra o la música?

-En muchos casos es la letra la que marca el camino a seguir, y después nos encargamos de musicar las palabras, pero eso depende de cada canción.

-Han actuado varias veces en Galicia. ¿Qué les sugiere esta tierra?

-Es un lugar en el que siempre nos hemos encontrado muy a gusto. Galicia tiene una riqueza cultural brutal. El público, además, siempre ha sido muy respetuoso y muy cariñoso con nosotros.

-¿Cuáles son sus proyectos musicales más próximos?

-Estamos preparando un nuevo disco que saldrá en octubre. Lo estrenaremos simultáneamente aquí y en México. Podemos adelantar que en este trabajo habrá colaboraciones muy especiales, pero eso se descubrirá con el tiempo. Y a partir de noviembre nos echaremos a la carretera para comenzar una nueva gira.

-¿Por qué escogieron como nombre Elefantes?

-Muchas de las cosas que hacemos no tienen sentido o no se lo buscamos. No hay por qué hacerlo. Nos parece importante dejar que trabaje el subconsciente durante la fase creativa. Sería un error tratar de racionalizarlo todo. A veces hay que funcionar como niños que dejan surgir las ideas sin detenerse a analizar lo que hacen. Sobre el nombre del grupo, podría contar un montón de teorías, pero surgieron después. Simplemente nos gustó Elefantes cuando alguien lo propuso. Y nos quedamos con él.