El puerto exterior que se construye en punta Langosteira contará finalmente con el dique que reclama la Autoridad Portuaria, según manifestó ayer el director de este organismo, Enrique Maciñeira, quien aseguró que Puertos del Estado comparte que esa infraestructura es necesaria para la viabilidad de las instalaciones.

En declaraciones a Radio Coruña, el dirigente portuario expresó su confianza en que los trabajos se programen durante el próximo año. Maciñeira recordó que el contradique es imprescindible para que todos los tipos de buques puedan operar en punta Langosteira, de forma que sea posible trasladar allí los tráficos que actualmente se desarrollan en el centro de la ciudad.

Sólo en este caso sería posible cumplir los compromisos establecidos en el plan económico del puerto exterior, que prevé la financiación de una parte de las obras mediante la venta de los muelles que quedarán desocupados. Si finalmente no fuera posible trasladar algunas actividades a la nueva dársena, éstas deberían permanecer en su ubicación actual, lo que impediría su enajenación.

La diputada coruñesa en el Congreso del Partido Popular Belén do Campo presentó por su parte esta semana una proposición no de ley y una serie de preguntas acerca del puerto exterior. En la primera de las iniciativas, la parlamentaria exige al Gobierno que autorice y financie la construcción del contradique, así como que redacte con urgencia el estudio informativo del acceso por ferrocarril a punta Langosteira.

Do Campo recuerda que esa última actuación está pendiente desde hace años, ya que la partida presupuestaria existente para este año no se ejecutó pese a que el tramo ferroviario debe concluirse en 2012, fecha en la que está prevista la construcción de los nuevos muelles.

La diputada pregunta además al Ministerio de Fomento si cree imprescindible el contradique del puerto exterior y si comparte la opinión del presidente de Puertos del Estado, el coruñés Fernando González Laxe, quien se muestra contrario a financiar esta actuación mediante un crédito. Para Do Campo, esta actitud "limitaría la operatividad del puerto exterior durante años".