La solución que proponen los técnicos designados por el Puerto y el Ayuntamiento para solucionar el problema del aparcamiento de O Parrote implica el enterramiento de la mayor parte de los restos de la cimentación de la muralla que Patrimonio ordenó conservar y que motivaron el bloqueo de las obras desde el verano de 2008. El presidente de la autoridad Portuaria, Enrique Losada, explicó ayer, en compañía de dos técnicos y de un arquitecto colaborador, que la idea también incluye una recreación visible del baluarte -tal y como había sido proyectado en su época- y la creación de un espacio con locales de hostelería que estará cubierto por una serie de plataformas que configurarán una gran plaza pública.

Enrique Losada está muy satisfecho con la solución propuesta por los técnicos de Puerto y Concello, entre otros factores, por el hecho de que permitirá, mediante una expansión de la zona del aparcamiento, de dos plantas, hacia La Solana, que únicamente se pierdan 17 de las plazas proyectadas en un principio (de las 547 que figuraban en los planes iniciales se pasaría a 530).

Tanto el presidente de la Autoridad Portuaria como el arquitecto Luis Collarte destacaron que el enterramiento de los restos es la única forma de garantizar su conservación y que, el hecho de que no resulten visibles, quedará compensado con la reconstrucción del baluarte que, si bien no tendrá la antigüedad de los restos que quedarán soterrados, sí podrá ser contemplado por los transeúntes. "Tienen que quedar protegidos, porque los restos del baluarte están siempre por debajo de la cota del agua al ser cimentaciones", expuso el arquitecto que colaboró con los técnicos.

Enrique Losada quiso dejar claro que la Autoridad Portuaria no quiere poner en duda el valor de los restos y la orden de Patrimonio pero precisó que las ruinas son únicamente la estructura que sustentaría el baluarte y que, por tanto, la reconstrucción de la edificación tal y como estaba proyectada dará un mayor valor al conjunto aunque sepulte los restos. "Esa cimentación, si se hubiera llevado a trámite la construcción de la muralla como tal, se hubiera rellenado después para que ese propio relleno soportase ese baluarte. Eran una cimentación y la cimentación de un edificio nunca está a la vista", declaró el presidente del Puerto.

Enrique Losada manifestó que para conservar los restos, después de que Patrimonio se mostrara en contra de su traslado y musealización o de subirlos de cota, la única solución es la del enterramiento. "A Patrimonio no le pareció adecuado subirlos de cota. Las únicas alternativas eran la reproducción desde abajo o la que ahora proponemos, que es además la que aconseja el arquitecto municipal", dijo Enrique Losada.

El enterramiento de los restos, aunque lo más sorprendente, no fue lo único de lo que hablaron el presidente de la Autoridad Portuaria y sus colaboradores. De contar esta idea con el visto bueno de Patrimonio y de la empresa Copasa, se generará en O Parrote un espacio con locales de hostelería que estará cubierto por una serie de gigantescas plataformas por las que podrán transitar los peatones, es decir, que los transeúntes podrán elegir si caminar por encima de los establecimientos o descender a un subterráneo en el que encontrarán cafeterías y restaurantes.

Esta zona destinada a establecimientos tendrá una superficie de 2.300 metros cuadrados y, aunque inicialmente estaba previsto que el espacio comercial fuera de 3.000 metros cuadrados, la Autoridad Portuaria espera que Copasa, de ejecutarse esta idea, no reclame compensaciones. "La idea es que, con la utilización de nuevos usos, podamos alcanzar un acuerdo. No prevemos ningún tipo de compensación. Creemos que la relación con Copasa quedará compensada, aunque aún no está cerrado el acuerdo con Copasa. De 3.000 metros cuadrados para usos terciarios, se pasará a 2.300, por lo que la proporción será minoritaria", expuso Enrique Losada.

El presidente del Puerto dejó incluso abierta la posibilidad de que los metros cuadrados que se han perdido y que supuestamente se edificarán en los muelles de Batería y Calvo Sotelo cuando los servicios de éstos se trasladen al puerto exterior dependan de la Autoridad Portuaria.

Enrique Losada precisó que la solución de los técnicos, la del espacio de locales cubiertos por plataformas peatonales posibilita, precisamente, dejar satisfecha a Copasa sin necesidad de esperar años a que finalice el puerto exterior. "Necesitábamos elementos ahora y no dentro de cinco o seis años", declaró el presidente a pesar de no tener aún claro si la empresa estará conforme. El presidente de la Autoridad Portuaria recordó que, antes de que la idea presentada ayer se convierta en una realidad, es necesario que Patrimonio manifieste su aprobación, que el Puerto modifique su plan especial y que se otorgue una nueva concesión. Enrique Losada, aunque espera las obras empiecen "cuanto antes", no quiso avanzar posibles plazos.

La edil de Urbanismo, Obdulia Taboadela, ha manifestado su conformidad con la solución propuesta por los técnicos y pide máxima celeridad en volver a poner la obra en marcha. "Estamos francamente satisfechos porque significa el desbloqueo de una situación que no era del gusto ni del Gobierno municipal ni de los coruñeses. Responde a los criterios urbanísticos y estéticos, así como a lo que el Gobierno local demandaba", expuso.