El escenario del teatro Rosalía de Castro acogió ayer una clase de educación sexual un tanto diferente de lo que todo alumno, y profesor, podría esperar. Una actriz ataviada con un sobrio traje chaqueta, una blusa, un bolso y un par de lentes ofreció a decenas de estudiantes del segundo ciclo de Secundaria y de Bachillerato el más atrevido de los monólogos, Sexo por qué non?, en una espectacular actuación auspiciada por el Centro de Planeamiento Familiar Municipal-Sergas con el fin de romper con todo tipo de tabúes sobre el sexo; una misión un tanto arriesgada que los silbidos, aplausos y comentarios de los menores dieron por más que cumplida.

"Esto no es una conferencia porque quien va a hablaros es un personaje que os demostrará que se puede hablar de sexo con naturalidad". Así explicó el director del Rosalía a los presentes lo que se encontrarían "durante el tiempo que dure la inspiración de la intérprete", unas palabras que fueron seguidas de una voz en off que indicó la obligación de desconectar dispositivos electrónicos y una norma fundamental que provocó las primeras carcajadas: "No están permitidos ni la autosatisfacción erótica ni los tocamientos durante el espectáculo".

La protagonista, que se presentó como Aurora Castro, habló a los estudiantes del colegio Andaina, perteneciente al Ayuntamiento de Culleredo, y de los institutos coruñeses Ramón Menéndez Pidal, A Sardiñeira y Fernando Wirtz Suárez sobre temas como los diferentes nombres -eufemismos- que se les dan al aparato reproductor masculino y al femenino, la virginidad, la primera regla, el embarazo, el orgasmo, el aborto, "la primera vez", la eyaculación precoz -"el más rápido del Oeste", bromeó-, la masturbación e incluso "los trucos" para que los hombres sean conscientes de si las mujeres disfrutan realmente - "las pupilas se dilatan y las piernas se estiran", aseguró- o fingen durante el acto sexual.

Comenzando por Adán y Eva, "a los que nadie les explicó nada, y menos sobre el amor y el sexo", la intérprete justificó el miedo de quienes lo evitan y la "chulería" de quienes lo exageran en la ignorancia y el desconocimiento consecuencia de la falta de información que tienen los jóvenes, tanto por parte de sus familias y profesores como de la sociedad. Y de ahí el título del monólogo, Sexo, por qué non?, y las historias y consejos de la señora Aurora que hicieron ver a los alumnos, según confesaron mientras salían del teatro, que "todo es más fácil de lo que parece".

"Cuando nos dijeron que era un monólogo sobre educación sexual pensamos que iba a ser un coñazo, pero la verdad es que estuvo guay", reconoció un grupo de estudiantes de segundo de Bachillerato del IES Fernando Wirtz secundado por varios alumnos de A Sardiñeira convencidos de que a partir de ahora sabrán "por qué fallan algunas cosas". Las profesoras que acompañaron a los menores al espectáculo que hoy (20.30 horas) y mañana (22.30) estará abierto al público se llevaron la misma impresión que sus alumnos: "Es un monólogo tan divertido como formativo y constructivo que ayuda, a través de una interpretación llena de delicadeza, a tratar todo lo relacionado con el sexo", subrayaron. Además, añadieron, "se trata de una buena iniciativa porque la educación sexual es un hándicap en la enseñanza ordinaria", como sucede en los centros escolares de la comunidad valenciana, donde las docentes recordaron que este tipo de formación ha sido prohibida.

Entre voces en off, cambios de iluminación, truenos y canciones, la actriz no sólo se sacó todo tipo de chascarrillos de la manga para romper el hielo con los jóvenes, sino que además habló sobre el aborto, "cuya ley está hoy en boca de todos" aconsejando a los presentes que tengan "mucho cuidado" en sus relaciones porque, explicó, "el aborto es una experiencia terrible para todas las mujeres por la que no tendrían que pasar si fuese libre y gratuito o si hubiese educación sexual". "Pero esto el Papa no lo sabe", lamentó.

Para la memoria de los estudiantes quedan frases como que "si no continuase existiendo el miedo al sexo o la vergüenza y la deshonra no habría tantos bebés abandonados en la basura", que "el orgasmo es un hecho natural que debe dejar de parecerse al nombre de un ogro" y hasta que "el acto sexual no es un examen de informática ni un concurso de hula-hop, sino una obra de arte que requiere calma".