Asociaciones como la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica, sindicatos como UGT y partidos políticos como el PSOE manifestaron ayer su repudio al conocer que Blas Piñar, militar con ideas políticas de extrema derecha e hijo del fundador de Fuerza Nueva que lleva su mismo nombre, pronunciaría el próximo 14 de abril -coincidiendo con la conmemoración de la proclamación de la II República- una conferencia en el Museo Militar de la ciudad. La rápida reacción de grupos republicanos de Madrid, que se pusieron en contacto con el Ministerio de Defensa, ha hecho que el polémico acto jamás llegue a celebrarse.

Fuentes próximas a estos grupos republicanos, que fueron informados por otros radicados en la ciudad, explicaron a este diario que los responsables de Defensa en la capital desconocían la organización de esta charla y quedaron "horrorizados" al escuchar la noticia.

El anuncio de la conferencia había puesto en pie de guerra a asociaciones, sindicatos e incluso a algunos partidos. El general de Brigada Blas Piñar -el ponente ha heredado de su progenitor tanto el nombre como la ideología política-, tenía previsto disertar acerca del asedio y posterior "liberación" del Alcázar de Toledo, un episodio que el régimen franquista siempre presentó como heroico y digno de ser recordado.

La reacción de los grupos que luchan por erradicar los símbolos franquistas no se hizo esperar. La Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica dirigió una carta a la ministra de Defensa, Carme Chacón, en la que solicitaba que la conferencia se prohibiera. El presidente de la entidad, Manuel Monge, recordó que el Museo Militar es una instalación pública dependiente del Ministerio de Defensa y que resultaría intolerable que el Estado financiara un acto que no dudó en calificar como de "apología de la dictadura".

La implicación de mandos militares en la organización de este acto queda acreditada, según denuncia la comisión, con el texto que aparece en la invitación a la misma, en la que el general de la Fuerza Logística Operativa "tiene el honor" de anunciar la conferencia de un ponente que, tal y como recuerda la comisión en su carta a la ministra, llegó a estar bajo arresto domiciliario por haber escrito un texto en el que cuestionaba "el amor a España, a la historia y a la bandera" de los actuales responsables de las Fuerzas Armadas e incluso llegaba a invitar a los militares a tomar partido e intervenir.

"Desde hace tiempo y de forma progresiva, la cúpula militar ha optado, en temas muy importantes y trascendentes por lavarse las manos o aplicar la política del avestruz", manifestaba el invitado del Museo Militar en el polémico documento que había enviado al mismísimo jefe del Estado Mayor.

El presidente de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica había calificado como ofensivo que la charla fuera financiada con fondos públicos y, antes de conocer la cancelación, había exigido al Ministerio de Defensa "tolerancia cero con el franquismo". Monge afirmó que el departamento de Carme Chacón no sólo debía impedir la celebración de la conferencia, sino también abrir una investigación para localizar y, si es preciso, castigar a los organizadores. "No podemos admitir que se utilice el dinero público para dar facilidades y cobertura a actos de exaltación del franquismo", dijo.