La fábrica de armas cuenta solo con dos ases en la manga. El grupo IFFE y Hércules de Armamento, ambas con sede en Galicia, fueron las únicas compañías que solicitaron a Defensa participar en el concurso para gestionar la fábrica de armas. grupo IFFE y Hércules de Armamentocon sede en GaliciaDefensa concurso fábrica de armas Así lo confirmó ayer el Ministerio que, como consecuencia del día de San Isidro, festivo en Madrid, no pudo informar antes del total de solicitudes registradas.

Ahora, los dos proyectos están siendo analizados por la mesa de adjudicación concesional, que tiene de plazo hasta el domingo para decidir si les permite participar definitivamente en la competición por la histórica factoría del barrio de Pedralonga.

En caso de que alguno de los proyectos pase este filtro inicial, contará con un plazo de treinta días para presentar su oferta técnica y oferta económica ante el Ministerio, estando obligados todos a pagar un canon mínimo de 200.000 euros al año y a abonar un mínimo de 550.000 euros en concepto de garantías.

Los trabajadores, a través del presidente del comité de empresa, Roberto Teijido, mostraron la pasada semana su insatisfacción con el resultado, al entender que dos ofertas eran “pocas”trabajadorescomité de empresainsatisfacción dos ofertaspocas. “Si solo son dos, a lo mejor es porque hay alguien que no hizo bien sus deberes porque debería haber muchos más interesados”, afirmó Teijido.

En cuanto a los proyectos, el grupo IFFE no ha querido dar información pormenorizada de su propuesta hasta el lunes, cuando se conocerá si pasan o no la criba del Gobierno. Hércules de Armamento ha concretado más. Capitaneado por el último director de la factoría durante la etapa de General Dynamics, Ramón Mejuto, estima que puede alcanzar un capital de cuatro o cinco millones de euros, sin necesidad de subvenciones públicas de ningún tipo, con la finalidad de reorientar la producción a sectores como el electrónico o el médico.

Según lo que se recoge en el pliego de condiciones del concurso, las dos empresas deben contar con un capital social mínimo de 600.000 euros y acreditar una solvencia técnica “en base a la experiencia y actividad realizada en los sectores de negocio propuestos”.

Una de las principales novedades que recoge el pliego de condiciones del concurso es el permiso de Defensa a que la nueva factoría produzca no solo para la industria armamentística sino también para la civil. El Gobierno central dio luz verde así a una de las principales reivindicaciones de los empleados, que siempre aseguraron que la planta era viable si se buscaban nuevos clientes en sectores al margen del ámbito militar.

A la hora de adjudicar un nuevo gestor, el Ministerio valorará a las empresas que contraten a un mayor número de trabajadores, hasta un máximo de 150, con contrato indefinido y durante el primer año de actividad. Al margen de esto, el resto de puntos que se otorguen a cada proyecto se repartirán entre el plan de negocio que presente cada compañía y la oferta económica que hagan al Ministerio.