Una mujer fue condenada a seis meses de cárcel por robar en ocho tiendas del centro de la ciudad, cinco de ellas situadas en la plaza de Lugo. La imputada, que carece de antecedentes penales, no ingresará en prisión, ya que la condena es inferior a dos años, pero deberá indemnizar a las tiendas con el importe de la ropa que sustrajo. En total, el botín ronda los 1.000 euros. Los hechos, según reconoció la propia imputada, sucedieron entre el 1 de octubre de 2009 y el 17 de noviembre del mismo año, día en el que fue arrestada por la Policía Nacional en la confluencia de la calle Barcelona y la avenida de Finisterre. La procesada, que tenía 28 años, aún portaba en el momento de la detención algunas de las prendas que ese mismo día había hurtado en tres locales del centro de la ciudad.

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña tuvo en cuenta a la hora de dictar la sentencia la atenuante de dilaciones indebidas, ya que la acusada cometió los robos en 2009 y el proceso judicial se retrasó por causas ajenas a ella. El Ministerio público solicitaba a la juez en su escrito de calificación que le impusiese un año y medio de prisión, pero finalmente llegó a un acuerdo con la defensa sobre la pena.

El primer día que la mujer acudió a la plaza de Lugo para robar fue el 1 de octubre de 2009. Entró en uno de los locales, hurtó las prendas que estaban colocadas cerca de la salida, se las entregó a su marido, que permaneció en la puerta, y ambos huyeron a la carrera. Veintidós días después regresó a la misma zona y arrancó las alarmas antihurto colocadas en algunas piezas. En esta ocasión fue sorprendida por una empleada, por lo que se dio a la fuga. En total, consiguió sustraer prendas tasadas en 111,96 euros; y dejó en el local otras con desperfectos cuyo precio de venta al público era de 98,75 euros. Tres días más tarde volvió al local de prendas íntimas y robó algunas por importe de 141,45 euros. En esta ocasión, esperó 16 días para dar su cuarto golpe. Entró en un establecimiento de ropa de la céntrica plaza, cogió toda la que pudo, la metió en el bolso, y salió corriendo. Al día siguiente, robó un pantalón de otra tienda. Cinco días más tarde fue detenida por la Policía Nacional. Llevaba una bolsa de plástico con prendas que acababa de robar en tres comercios.