La redacción del proyecto de legalización del edificio conde de Fenosa exigirá "inspeccionar todos y cada uno de los pisos y plantas" del inmueble, y comprobar si se ciñen a los planos que sirvieron de base para la construcción del inmueble. El Ayuntamiento impone esta premisa en las condiciones del procedimiento que ha seguido, ni público ni abierto, para cumplir la orden emitida en enero por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para que le entregue antes de seis meses un proyecto de legalización del edificio.

El Ayuntamiento ha adjudicado este contrato al arquitecto Carlos Trabazo, que trabajó de 2004 a 2008 para Fadesa, constructora del inmueble, y quien, en un informe previo también pagado por el Concello, concluía que resultaba imposible ejecutar la sentencia porque el inmueble corría riesgo de caerse si se acometían obras para eliminar los elementos ilegales. Después de haberle abonado 20.827 euros por el primer dictamen, ahora le pagará 66.550 euros por el segundo.

Las condiciones del contrato, a las que ha tenido acceso este diario, recogen que, antes de elaborar el proyecto, el arquitecto deberá "documentar el estado actual del interior de las viviendas y locales del inmueble". Como resultado, el proyecto de reposición de la legalidad "describirá la situación actual" del edificio, "justificará la normativa urbanística de aplicación" y "planteará, en su caso, las obras necesarias para su legalización".

El arquitecto deberá analizar las partes del edificio que incumplen la norma urbanística, con una propuesta, "en su caso", de las medidas precisas para devolver la legalidad a los elementos que resulten "disconformes". El análisis de estas correcciones exige una evaluación técnica de cómo desarrollarlas y una precisión del coste económico que supondría ejecutarlas.

El Ayuntamiento delimita cómo debe ser la "metodología" del servicio contratado a Trabazo. Tras hacer un levantamiento de la distribución actual de viviendas, locales comerciales y garajes, el arquitecto deberá elaborar un informe en el que compare los planos actuales del edificio con los que presentó Fadesa en 1997 para obtener la licencia, posteriormente anulada por la Justicia, y con los correspondientes a permisos urbanísticos posteriores. Y entregar un análisis de la situación legal del edificio respecto a la normativa urbanística y sectorial.

Esta primera etapa rematará con un informe de conclusiones y alternativas, con detalle expreso de "las acciones correctoras si fuesen necesarias" para devolver la legalidad al inmueble, y con una "evaluación de las ventajas e inconvenientes de las distintas soluciones y sus costes".

El arquitecto deberá finalizar su trabajo con la redacción del proyecto de legalización del edificio conde de Fenosa. En él deberá hacer constar una memoria que justifique el cumplimiento del actual Plan General de Ordenación Municipal y de la normativa técnica, y, en caso de resultar necesario "acometer alguna obra para adaptarse a la normativa vigente", incorporar los planos con el estado final del inmueble, con su distribución y superficie definitivas. En el proyecto de legalización, se incluirán toda la documentación de los sucesivos proyectos constructivos del edificio, "con mención expresa de los técnicos" que los redactaron.