Los partidos tradicionales, PSOE y PP, unieron ayer sus votos frente a la nueva política que representa Marea Atlántica para tumbar la propuesta de organización municipal para la actual legislatura planteada por el Gobierno de Xulio Ferreiro. Los socialistas, que el viernes por la noche aún negociaban el reparto de sueldos y dedicaciones y el número de asesores, esgrimieron en el pleno extraordinario el argumento de que al no haberse llegado a un "acuerdo global" entre todos los grupos sobre la estructura del Concello votaban contra los tres puntos del orden del día que recogían la oferta de Marea relativa a la periodicidad de los plenos, la creación y composición de comisiones y las retribuciones de los miembros de la Corporación. El alcalde criticó a PSOE y PP por limitar el desacuerdo a la distribución salarial y de personal de asesoramiento, acusación que la portavoz socialista, Mar Barcón, negó: "La política no se limita a los sueldos, usted lo sabe, señor Ferreiro". No aclaró en cambio en qué aspectos concretos discrepa y exigió un "acuerdo global", misma expresión utilizada por el PP.

El regidor, en calidad de portavoz de Marea, puso en duda los criterios del PSOE para solicitar en su última contrapropuesta del viernes más dedicaciones exclusivas y asesores de los que el nuevo Ejecutivo le ofrece: 105.000 euros en sueldos para el grupo y dos trabajadores, frente a 152.000 euros y tres asesores que piden los de Barcón. Ferreiro recordó que en 2011, con dos ediles más, los socialistas no votaron en contra, sino que se abstuvieron, cuando el Gobierno del PP les concedió menos dedicación y personal de confianza del que se les plantea ahora. La portavoz replicó que reclama recursos suficientes basados en el criterio de la proporcionalidad de la representación, alegó que el Gobierno local ahora es más reducido y aseguró que la propuesta del PSOE es de ahorro.

Los populares, a través de su nuevo portavoz, el exalcalde Carlos Negreira, esquivaron el debate sobre los sueldos sin detallar discrepancias y reclamaron a Ferreiro que "impulse" la negociación rota tras los encuentros sin acuerdo celebrados las dos últimas semanas. Como el PSOE, el PP, que durante su mandato en mayoría absoluta aprobó cuestiones rechazadas por la oposición al completo, votó contra la aprobación de los tres puntos relacionados con la organización municipal y criticó que ayer se debatieran en una sesión "impuesta" sin haber habido antes consenso. Además achacó a Marea "incapacidad" para llegar a acuerdos.

Solo el grupo del BNG secundó la propuesta de Marea, lejos de ser aplicada aún con 11 votos favorables frente a los 16 contrarios de las otras dos agrupaciones. Sin acuerdo global ni unánime sobre la organización del Concello en los próximos cuatro años los grupos están llamados a continuar con los contactos la próxima semana. Se desconocen fechas para retomar esa mesa de negociación. El nuevo Gobierno local tiene hasta el lunes 20 de julio para convocar otro pleno.

La sintonía que el PSOE mostró con Marea el mes pasado para apoyar la investidura de Xulio Ferreiro en el Palacio de María Pita abrió ayer una grieta significativa en el pleno sobre la organización y funcionamiento. Lo que en principio iba a ser una función de control y vigilancia por parte del PSOE hacia el Gobierno local a cambio del respaldo ofrecido para favorecer una alternativa a la gestión del PP, en un mes se ha convertido en claro desencuentro. La discordia no se produce a la hora de negociar iniciativas ciudadanas, sino aspectos relacionados con la propia Corporación.

Esa tensión entre PSOE y Marea la demuestra también el hecho de que el grupo socialista presentase ayer, 40 minutos antes del pleno, una enmienda para retirar la propuesta de organización llevada a la sesión por Marea y la derogación de un acuerdo del pleno del Ayuntamiento del 7 de julio de 2011 referente a la creación y composición de comisiones. El PP, que no se cansó de recordar en cada intervención de Negreira que había sido la fuerza más votada el 24-M -logró 28 votos más que Marea pero perdió la Alcaldía- se adhirió a esa enmienda. Ferreiro sometió a votación solo la retirada de los puntos, no la derogación del acuerdo. Los populares pidieron tratar los dos asuntos y se lo consultaron al secretario del Concello, que a su vez delegó en el presidente del pleno, es decir, el alcalde; ante la inhibición del secretario y las reclamaciones del PP, Barcón retiró la enmienda que poco antes había presentado.

Los salarios de los ediles y el número de asesores de cada grupo centran el choque entre socialistas y Marea; el PP no ha mostrado tanto desacuerdo, al menos públicamente, aunque al votar sus ediles levantaron la mano para echar abajo el plan de organización planteado por el Gobierno local. Los de Ferreiro señalan que la reducción de las retribuciones que defienden responde a principios de "compromiso ético, racionalización y proporcionalidad" y asegura que hace concesiones a la oposición que no ha tenido en otra legislatura. Al PSOE no le convencen, quiere más sueldo y asesores. El PP se suma a seguir negociando. El BNG, partidario de las condiciones de Marea, criticó a este partido en cambio por convocar a los nacionalistas a las conversaciones cuando hubo "atasco" por los sueldos.