Luis Camba preside el Banco de Alimentos Rías Altas, una entidad benéfica que reparte más de 10 toneladas de productos al día a unos 30.000 beneficiarios, 1.400 más que el verano pasado. Supervisa los repartos y controla exhaustivamente el volumen de alimentos que recibe y distribuye entre las familias con bajos recursos. Su actividad es tan intensa que echa en falta más voluntarios.

-¿Reparten más alimentos a medida que pasan los años?

-La situación no se ha estabilizado, lamentablemente. Ahora, por ejemplo, tenemos más beneficiarios que hace solo cinco meses. Trabajamos con unos 30.000, cuando a mitad del año pasado teníamos 28.600. En los últimos dos meses hemos dado de alta a cuatro entidades de la ciudad a las que repartimos alimentos para que se lo proporcionen a las personas necesitadas, como hacemos con todas.

-¿Qué volumen de alimentos mueven al día y al año?

-He revisado los datos estos días: en 2015 repartimos 4,4 millones de kilos de comida. Cada día manejamos entre diez y doce toneladas de productos, porque también damos biberones o pañales.

-¿Qué motiva este aumento de beneficiarios del Banco de Alimentos?

-Hay varias razones, como el fallecimiento en las familias de una persona mayor que percibía pensiones, los problemas con la hipoteca que tienen muchas familias o el corte del suministro eléctrico. Hay otro factor cada vez más habitual: que muchos desempleados dejan de recibir las prestaciones por el paro. En estos últimos meses hemos conocido más de 200 casos entre las nuevas personas a las que atendemos. Son vecinos de más de 50 años y con más de un hijo a los que no les llegan 600 euros que perciben para sus gastos mensuales.

-¿Hay alimentos para todos?

-Podemos contar con varios suministradores, incluidas grandes empresas como Coren, Pescanova o Begano, que ofrecen comida para que las repartamos entre las entidades. Las centrales de las cadenas de alimentación también aportan y nuestros furgones recogen diariamente una importante cantidad de desechos o descartes, aquello que no se consume o no se compra o se desaprovecha. Lo que sí necesitamos, en cambio, es tener más trabajadores.

-¿Con cuántos trabajan?

-Somos ahora 16, pero nos quedamos cortos. La mayoría llevan mucho tiempo con el banco. Mañana mismo [por hoy] empieza un chico nuevo que acabo de entrevistar.