Los acusados de pedir préstamos a entidades bancarias con documentación falsa reconocieron ayer su culpabilidad ante el tribunal de la sección primera de la Audiencia Provincial. Los seis procesados se comprometieron, además, a devolver a las sucursales coruñesas los más de 120.000 euros que les estafaron. Los imputados aceptaron ser sentenciados a entre tres y diez meses de cárcel.

La Fiscalía solicitaba para ellos penas de entre cinco años y medio y 22 años de prisión, pero ayer aceptó que se les rebajasen las condenas porque ya habían sido enjuiciados y sentenciados por algunos de los timos. Los procesados, algunos de ellos en prisión, tenían varias causas pendientes en juzgados coruñeses por distintas estafas a bancos. La Fiscalía las agrupó, los acusó de un delito continuado y la Audiencia Provincial se hizo cargo del procedimiento. En el medio, sin embargo, fueron enjuiciados en juzgados de lo Penal por algunos hechos por los que ayer se pretendía responsabilizarlos en la Audiencia. Por ello, el Ministerio público renunció a la acusación de algunos timos que constaban en su escrito de calificación inicial y aceptó que fuesen condenados a penas de entre tres y diez meses de prisión.

De los ocho procesados inicialmente solo fueron condenados seis, ya que uno de los otros dos fue desimputado y contra el otro se retiró la acusación. Los dos presuntos cabecillas, sentenciados a entre 10 y 8 meses de cárcel, reconocieron que captaron a personas con escasa solvencia económica y les propusieron acudir a las entidades bancarias que ellos seleccionaban para solicitar préstamos.

Los procesados les proporcionaban la documentación necesaria y les advertían de que tenían que seguir sus instrucciones. Así, les entregaban los justificantes necesarios para que los bancos les aprobasen las solicitudes, entre los que destacan las nóminas que elaboraban con empresas y salarios inexistentes. Las personas captadas reconocieron ante el tribunal de la Audiencia Provincial que eran "plenamente conscientes" de que la documentación que presentaban no eran auténtica y de que no tenían medios para hacer frente a los plazos de los préstamos que suscribían. Las entidades financieras se percataban del engaño cuando pretendían cobrar las deudas. Los sospechosos admitieron que actuaron en sucursales situadas en la calle Real, Juan Flórez o la calle Barcelona, así como en entidades de Arteixo. Algunos préstamos los demandaron por teléfono.

La Guardia Civil arrestó a tres de los condenados durante la mañana del día 13 de octubre de 2005. En el vehículo en el que viajaban localizaron documentos falsos destinados a solicitar préstamos bancarios.