Casi la mitad de los desvíos de vuelos que se produjeron en Alvedro el año pasado se debieron a que los pilotos no pudieron tomar tierra en el aeropuerto coruñés por la cabecera sur, la 03, en la que no existe ningún sistema de ayudas que favorezca la aproximación cuando las condiciones meteorológicas adversas no lo aconsejan por el otro extremo, por el que normalmente aterrizan los aviones. De los 169 vuelos de distintas conexiones afectados por desvío (tanto de ida como de vuelta), 82, el 48,5%, fueron por la imposibilidad de aterrizar por la cabecera más alejada de la ría ante la existencia de fuerte viento del norte.

Los motivos que provocaron el resto de los desvíos fueron otras malas condiciones climáticas para la navegación aérea, como la niebla, el viento cruzado o la mala visibilidad por la baja altura de las nubes, además de otras razones operativas no vinculadas a la meteorología que afectaron a 38 vuelos, y que pueden tener que ver con la compañía aérea o la nave.

Estos datos de 2016 los ha recabado el colectivo Vuela más alto, que contabiliza los vuelos comerciales que aterrizan y despegan de Alvedro; es decir, registró los 170 vuelos que se corresponden con las 85 conexiones de ida y las 85 de vuelta que sufrieron desvíos y le resta el único vuelo posicional que se produjo, que regresó al aeropuerto después de iniciar el vuelo.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) maneja también las cifras de vuelos comerciales pero contabiliza solo las llegadas que tenían que haberse dado en Alvedro y fueron desviadas a otra terminal, no las salidas afectadas por un desvío. Sus datos reflejan 108 vuelos que no aterrizaron en A Coruña y lo hicieron en otros aeropuertos, de los que 96 fueron por causas meteorológicas. Fuentes de AENA añaden que otros 18 vuelos que debieron tomar tierra en otras pistas fueron desplazados al aeródromo coruñés por distintos motivos.

Los datos de Vuela más alto establecen otras estadísticas relacionadas con desvíos el año pasado, en el que los meses de febrero y septiembre fueron los que más incidencias sumaron, 44 y 25 respectivamente. Casi 21.000 pasajeros se vieron afectados en esos 169 vuelos desviados. Algo más de la mitad, el 54%, son conexiones de las compañías Iberia y Air Europa con Madrid. El 46% son enlaces con Barcelona y el 6% con Londres, ambos de Vueling. El gestor aeroportuario Enaire estudia las condiciones de Alvedro para evitar desvíos. Para ello, automatizará las maniobras para que las compañías introduzcan coordinadas de aproximación para facilitar el aterrizaje en la cabecera 03. Es necesario que se hagan antes vuelos de prueba, que aún no se han programado, y un estudio de seguridad para que una comisión de los ministerios de Defensa y Fomento evalúe y acepte el sistema.