Marea y PSOE han reconducido, para bien, su relación. Abandonados los enfrentamientos que enquistaron la gestión municipal en los dos primeros años del mandato, con el apogeo en la cuestión de confianza de Xulio Ferreiro, la estabilidad preside ahora ese trato. A Coruña lo necesitaba. Son acuerdos concretos, fundamentalmente en el apartado económico y fiscal, en los que cada una de las partes ha dado muestra de responsabilidad al renunciar a algunas de sus pretensiones sin traicionar sus postulados fundamentales. Marea y PSOE abren una nueva etapa en la que, por primera vez en el mandato, el presupuesto entrará en vigor en plazo, el 1 de enero. Ahora toca al Gobierno local ejecutarlo al máximo.