La cooperativa Cofuncovi ha presentado ya la documentación necesaria para que el Concello le conceda la licencia de primera ocupación. Es la tercera cooperativa que hace este trámite, aunque ninguna de ellas cuenta todavía con la autorización, ya que todavía no se han terminado las obras de urbanización y de suministros necesarias para que los vecinos puedan entrar a vivir en sus casas ya finalizadas.

El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, explicó ayer, durante el foro organizado por Asociación Metropolitana Coruña 3.0, bajo el título Que facemos co ofimático, que el Concello estudiará la documentación y que garantiza que la aprobará, como lo hará con las dos cooperativas que presentaron antes la solicitud, aunque dejó en el tejado de los grandes promotores privados que esa resolución no acabe en los tribunales.

Y es que, en este foro, al que asistieron también el concejal socialista José Manuel Dapena y el exedil de Urbanismo del PP, Martín Fernández Prado, y al que no acudió la portavoz del BNG, Avia Veira, por enfermedad, Varela preguntó al presidente de la asociación Ofimático 2010, Juan José Yáñez, qué "interés" tenía el sector de los promotores privados en que "los cooperativistas no entrasen en sus casas".

Varela les acusó de haber amenazado con llevarle a un proceso "penal" si no se cumplía el protocolo firmado en agosto de 2016, en el que Concello, promotores, y Xunta llegaron a un acuerdo para retomar los trabajos de urbanización del parque ofimático y en el que se recogían cuatro tareas para el Gobierno local: la realización de estudios de detalle, el proyecto de urbanización definitivo de todo el polígono, la modificación del plan parcial para excluir el margen derecho de Alfonso Molina y la zona de desarrollo de Adif, y la modificación de la reparcelación para adaptarla al nuevo plan parcial.

El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda aseguró ayer que las obras que le corresponde hacer al Concello están al 90%, un porcentaje que despertó el murmullo de algunos de los asistentes, que consideran que queda todavía más de un 10% por hacer, es por ello por lo que ambas partes se reunirán hoy en la obra. El portavoz de Cofuncovi, José Ramón Mosquera, alertó ayer al Concello de que el plazo marcado para que se zanjasen estos trabajos se acaba hoy y que, cada mes que pasa sin que puedan ocupar sus casas les ocasiona unos gastos de 12.000 euros, no solo personales, de alquiler sino también de seguros y cuotas.

Las obras de Fenosa, necesarias para que los vecinos puedan contar con su licencia de primera ocupación, entrarán, según fuentes de la compañía, la próxima semana en su fase final. Eso implica que, actualmente, han empezado el retranqueo del tendido eléctrico y que, próximamente, tenderán los cables de tensión. Cuando finalicen esta tarea, la firma ya no tendría más obras que hacer en el polígono, de modo que los cooperativistas salvarían este obstáculo.

Mosquera explicó ayer a este diario que, como los grandes promotores, ellos también esperan que el Concello cumpla el protocolo de actuación para que las licencias cuenten con seguridad jurídica y no tener que defender este permiso en los tribunales. "Primero, queremos que nos den las licencias de primera ocupación y, después, que no haya problemas para que se desarrolle el polígono y que crezca, porque ahí hay bajos en los que se pueden hacer negocios", aseguró José Ramón Mosquera.

En el turno de preguntas, Yáñez, dijo en varias ocasiones que los siete millones en los que está valorada la cuota correspondiente a la urbanización de la segunda fase de las obras, los promotores los pagarían "mañana mismo", siempre y cuando viesen que el polígono se va a desarrollar con garantías.

Del otro lado de la mesa se encontraban ayer también los residentes en la zona afectada, los que crecieron en Elviña y se han visto atrapados en una operación urbanística que ellos no habían elegido. Recordaron que el avance de la ciudad se había llevado por delante no solo sus casas, sus ahorros y sus recuerdos sino también "su salud" y su estabilidad.

Todas las partes acordaron "mirar hacia el futuro", algo que, para los cooperativistas se resume en entrar a vivir en sus casas, aunque no haya zonas verdes y se vayan ejecutando poco a poco, mientras ellos están ya acomodados en sus viviendas y liberados de un alquiler en la ciudad; para los residentes se reduce a no tener que pagar más cuotas de urbanización y en poder descansar y, para los grandes promotores, en que la legalidad se cumpla a rajatabla y que se "garanticen los derechos de todas las partes". Y es que, Yáñez adelantó ayer que llevará las licencias de primera ocupación a los tribunales si los nuevos vecinos no cuentan con zonas verdes y con otros servicios.