"Si yo digo que vuestro profesor de Biología ha sido expulsado del centro pero sólo cuento en mi noticia con su testimonio, ¿lo hice bien?". "No, hay que contrastar", responde rotunda una de las alumnas sentadas en primera fila. El periodista Pablo Díaz Bouza, convertido en profesor por un día del instituto de Monelos, asiente con la cabeza. El objetivo de esta charla del programa Xornalismo na Escola que ocupó ayer las horas dedicadas a Biología e Historia de una de las clases de tercero de la ESO era precisamente ese: enseñar a los estudiantes a interpretar lo que cuentan los medios de comunicación.

Frente a la "manipulación" y a las noticias falsas que campan en la actualidad, Díaz Bouza mostró a los estudiantes la mejor herramienta con la que cuentan: la actitud crítica ante cualquier información, hasta lo que aparezca publicado en las principales cabeceras del país desde hace más de tres décadas.

La charla, incluida en el programa Xornalismo na Escola, impulsado por el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia y la Obra Social la Caixa, ahondó en las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para generar contenido, pero también los riesgos: reconocer las noticias falsas, insistía Díaz Bouza, requiere un doble esfuerzo, de reflexión y de escepticismo.

Encantados de asistir a un taller sobre el funcionamiento de la prensa, especialmente en unos días en los que les tocaba examen de Biología, los alumnos de tercero de la ESO del instituto de Monelos no dudaban en participar a las preguntas que Díaz Bouza les iba planteando: "¿Son creíbles los medios de comunicación?".

El papel de los profesionales fue otro de los temas analizados. "Hay periodistas que manipulan, sí", reconocía el ponente. Otros muchos, la gran mayoría, desempeñan su labor sin tacha. "¿Os acordáis cuando a la crisis económica la llamaban desaceleración o crecimiento negativo?". Contra los "eufemismos", los periodistas tienen la obligación de explicar a la sociedad lo que está ocurriendo en cada momento sirviéndose de un lenguaje que todo el mundo pueda entender. Esa es la esencia de la profesión y uno de los pilares sobre los que se construye la libertad de expresión.

Un instituto de periodistas

Desde hace casi tres décadas, el instituto de Monelos se ha convertido en una cantera de periodistas. Alumnos de los últimos cursos de secundaria y de bachillerato participan en la redacción de Defrit, un periódico realizado por estudiantes de Alemania. Francia, Italia y Rumanía. El centro coruñés es el único representante español. Los alumnos quitan tiempo de los recreos y de sus tardes libres para darle forma a los artículos, cada uno redactado en su propio idioma, pero siempre acompañado de un pequeño resumen en inglés. El aprendizaje de idiomas es una de las ventajas de este programa: cada año. La reunión en la que se planifican los números del curso siguiente se realiza en un país europeo diferente. Este año será la capital italiana.

En este instituto, apunta José Manuel Tato, uno de los profesores del centro , son frecuentes este tipo de actividades. El periódico, pero también las charlas, los talleres o las visitas a museos o a instalaciones de reciclaje. "Una cosa es lo académico y otra lo formativo", subraya el profesor. El objetivo es que los alumnos aprendan conocimientos, pero sobre todo que sepan cómo enfrentarse al cuadro de un museo o entender lo que hay detrás de las noticias de un periódico.

Una meta compartida también por el Colexio de Xornalistas que desde hace dos años ha organizado más de 150 talleres de comunicación en casi setenta puntos de Galicia en colaboración con la Obra Social la Caixa. En la edición de este año, en la que participan nueve profesionales del sector, están previstos otras 90 charlas como la celebrada ayer en el instituto de Monelos. Serán alrededor de 3.000 los estudiantes gallegos a los que les tocará reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación.