Los deportistas necesitan vida sexual sana. No es bueno para jóvenes como los futbolistas que han de participar en el Mundial de Suráfrica, ser más que mitad monjes en días en que se les exige ser soldados. Rinus Michels, seleccionador de Holanda, en 1974, en el campeonato de la entonces Alemania Federal, impuso y con ello rompió las normas habituales, días de holganza para que sus jugadores pudieran disfrutar del amor con esposas, novias o ligues de ocasión.

Con motivo del campeonato Mundial se han vuelto a dar normas contradictorias. Todavía hoy existe pánico al sexo como si ello fuera perjuicio físico a quienes lo practican con moderación durante la larga concentración de un campeonato mundialista.

En general, la mayoría de los seleccionadores han estimado conveniente la visita de las esposas y las novias, como en su día hizo el técnico holandés.

Michels marcó la norma que otros muchos seleccionadores han seguido. Pepe Santamaría, en España-82, dio asueto a los jugadores para romper la monotonía de la concentración y Vicente del Bosque lo acaba de hacer.

El doctor Valentín Fuster, cardiólogo de fama universal, afirma que "se ha calculado que mantener una relación sexual puede suponer un esfuerzo equivalente a subir dos pisos por las escaleras". La actividad sexual, según el doctor, "es gratificante y beneficiosa desde el punto de vista emocional".

Carlos Caszely, el genial jugador que trajo el Levante y triunfo en el Espanyol, confesó en cierta ocasión que salía a jugar más relajado, menos estresado por importante que fuera el partido, si por la mañana había disfrutado del amor. En el apartado del consumo de calorías los especialistas afirman que es mínimo. Entre 150 y 300. Ni siquiera puede considerarse un ejercicio físico.

El control de la actividad sexual de los futbolistas durante el Mundial ha tenido normas diversas. Por ejemplo, la Federación Mexicana y su seleccionador, Javier Aguirre, concedieron permiso a los futbolistas para tener su primera alegría antes del debut el próximo 11 de junio. Si se clasifican para octavos de final, los jugadores tendrán nuevo permiso para practicar sexo.

Argentina parece que será una de las selecciones más permisivas y en el mismo campo está Brasil. Maradona es comprensivo, pero no tanto como su colega brasileño Dunga, quien ha dado libertad a sus jugadores. "Podrán decidir si se abstienen o no de tener relaciones sexuales u otros placeres durante el Mundial", ha dicho. Maradona si ha puesto racionamiento al sexo, los asados y el dulce de leche. Y el sexo, con las parejas estables, en los días de descanso. Y siempre sin alcohol. Los brasileños son futbolistas a quienes se conocen divertimentos, pero los hay como Robinho, que son capaces de cerrar una discoteca con chicas para todo, pero dando a cada amigo una camisinha, para mantener la vida sexual sana.

Capello pretende, por el contrario, mantener muy controlados a sus jugadores después de los recientes escándalos en que hubo relaciones íntimas entre futbolistas y esposas de compañeros. Por lo visto, está dispuesto a que estén vigilados por cámaras en las habitaciones.

En el pasado Mundial de Alemania, en 2006, hubo campaña contra la prostitución porque se consideraba que el campeonato iba a aumentar el número de mujeres sometidas a la trata de blancas para dar placer a lo miles de visitantes. En Suráfrica se ha recomendado la mayor abstención posible dado el peligro del sida.

Curiosamente, las mayores prohibiciones están centradas en el uso de los ordenadores, internet en general, y especialmente las redes sociales. Algunos entrenadores temen que sus jugadores cometan el error de poner en la red decisiones tácticas.