El noventa por ciento de las instalaciones deportivas municipales de A Coruña son ya espacios cardioprotegidos. El Ayuntamiento anunció ayer que ha realizado un inversión de 20.000 euros para la compra de nueve desfibriladores automáticos que darán servicio a la amplia mayoría de centros de la ciudad. Hasta el momento, sólo tres instalaciones -la piscina de Riazor, el Frontón y la Ciudad Deportiva de La Torre- poseían estos aparatos. Con el nuevo plan puesto en marcha por la concejalía de Deportes, que presentó ayer su titular Francisco Mourelo, las Polideportivas I y II de Riazor, los pabellones de Los Rosales, del Barrio de las Flores, de la Sagrada Familia y San Francisco Javier, así como el Polideportivo del Ventorrillo y los campos de fútbol Víctor Fernández Alonso (Leyma) y Arsenio Iglesias Pardo (Grela II) quedarán cubiertos ante posibles emergencias. Los campos de A Zapateira, Labañou, Mesoiro y A Grela I serán las asignaturas pendientes del Gobierno municipal, que espera dotar a estas instalaciones de desfibriladores automáticos a lo largo de 2012.

"La selección se ha hecho en función de criterios de uso y utilización. Es cierto que hay algunos que si bien no tienen un uso masivo como el Palacio de Deportes, pero en marzo, como mucho tardar, se conseguirá el 100% de las instalaciones", informó Francisco Mourelo. "El 90% de las instalaciones cuentan con desfibriladores, son espacios cardioprotegidos. Con esto nos ponemos a la altura de los tiempos y se cumple también un decreto autonómico de 2005 que recomienda y regula la utilización de desfibriladores automáticos externos por personal no médico en los lugares en los que se realicen, desenvuelvan o se desarrollen actividades deportivas. Además, el estudio de la Sociedad Española de Cardiología detalla que la instalación de desfibriladores automáticos en instalaciones deportivas podría evitar en un 40% los casos de muerte súbita en personas que practican deporte. Una vida no tiene precio y cualquier inversión que hagamos en ese sentido, bienvenida sea", añadió. "Una inversión de 20.000 euros es mínima para lo que supone salvar cualquier vida".

La utilización de estos aparatos, sin embargo, necesita de personal capacitado. Para aprender el uso y manejo de estos desfibriladores el Ayuntamiento también realiza un plan para formar al personal no médico de los distintos centros deportivos. "Existe ya y se está llevando a cabo un programa de formación del personal de las instalaciones, puesto que nuestros objetivos requieren de un equipo técnico que no sea personal médico capaz de poder utilizar un desfibrilador y poder salvar una vida" destacó Mourelo, que explicó las características de los aparatos suministrados por su concejalía: "Son equipos técnicos homologados, capaces de analizar el ritmo cardiaco, de identificar las arritmias mortales y de administrar la suficiente descarga eléctrica con la finalidad lógica de restablecer un ritmo cardiaco viable con altos niveles de seguridad. Es decir, de salvar una vida. Ya están en marcha los planes de formación para todo el personal que trabaja en instalaciones deportivas para poder utilizar este tipo de elementos y también hay que decir que dada la especialidad de estos cursos, controlados también por la concejalía de Sanidad, se imparten en grupos reducidos de seis alumnos, por lo que el proceso de formación se completará a lo largo del próximo año".