La sadense Patricia Suárez fue el fichaje estrella del Fisiomás Zalaeta para la temporada, una internacional que regresaba a casa para reforzar al equipo y darle un empujón en su primer año en la Superliga 2 femenina, la segunda categoría del voleibol nacional. Recién comenzada la segunda vuelta de la primera fase de la competición, la opuesta, de 24 años, demuestra que día a día mejora y que es una de las jugadoras más decisivas del campeonato. Su inclusión en el siete ideal de la primera mitad de la fase regular es un ejemplo, aunque ella intente restarle méritos. "Solo son números, lo importante es jugar en equipo y en eso aún tengo mucho que aprender. Estoy ahí porque puntué pero eso no significa que sea de las mejores de la liga", expone.

La decisión de volver a casa no pudo ser más acertada. "Estoy muy contenta por volver. Es verdad que me gustaría estar jugando a otro nivel, como estuve estos últimos años, pero no me puedo quejar porque estoy jugando en un equipo de mi tierra y a todas las chicas ya las conocía de cuando jugué aquí en juveniles", argumenta aunque se queja de que la categoría ha bajado bastante su nivel: "La Superliga 2 ya no es lo que era hace dos o tres años. Hay equipos que no tienen nivel y otros que solo más o menos. El año pasado estaba en Monforte en esta categoría, pero este bajó todavía más el nivel".

Al que ve muy bien es al Zalaeta, del que cree que tiene potencial para conseguir el objetivo de entrar entre los cuatro primeros y meterse en la liguilla por el ascenso. "No es inalcanzable y estamos trabajando duro para ello", dice. "Tenemos buena plantilla como para estar entre primeras y segundas de grupo. Además de las nuevas, la gente está más comprometida. Ya no vale con entrenar dos días a la semana, esta categoría exige un físico bueno y un nivel totalmente diferente", continúa.

De la primera vuelta, solo un manchón, la derrota en Lugo contra el Emevé. "No nos esperábamos ganar tres partidos seguidos al empezar la liga y creo que nos relajamos porque veíamos que ganábamos casi sin esforzarnos. Fue una pena porque eran tres puntos que nos hubiesen venido muy bien", explica. El Zalaeta enmendó en parte esta derrota con el triunfo menos esperado en Gijón y ahora recibe el sábado al Cantabria Deporte, un rival directo que ya dio la sorpresa al imponerse al líder Extremadura.