El Dominicos demostró ayer que está en línea ascendente. No pudo hacerlo con una victoria, la que sería la tercera de la temporada y la primera en Monte Alto como local. Pero tampoco el rival, el Caldes, era el más indicado para soñar con las sorpresas. Aun así, los coruñeses vendieron cara su derrota, sin que se notara que los que estaban sobre la pista eran por un lado el colista de Primera División y, por otro, un firme candidato al ascenso a la OK Liga. No consiguieron marcar, pero el poderoso conjunto catalán solo hizo dos goles, ambos en la primera mitad de un partido intenso y jugado de tú a tú. En la segunda parte se mantuvo hasta el final el suspense del exiguo resultado de 0-2 que fue con el que concluyó el duelo. La derrota no cambia el panorama de los de la Ciudad Vieja, que siguen a cuatro puntos de la salvación.

Los primeros veinticinco minutos fueron los que, a la postre, dictaron sentencia. Se abrieron con igualdad, pero fue el Caldes el que consiguió golpear por medio de su pichichi, Xavier Rovira, en el minuto ocho. Y, en el catorce, Marc Ortells transformó un penalti frente a Iñaki Ojanguren. Así terminó la primera parte, desnivelada en el marcador y también en el número de faltas cometidas, solo dos por parte de los catalanes (se quedaron en cuatro al final del partido) por las cinco que registraban los locales. En la segunda mitad el Dominicos tuvo ocasión, a bola parada, de recortar diferencias, pero Víctor Martínez no pudo aprovechar el penalti del que dispuso. El partido parecía destinado a que no se vieran más goles, porque acto seguido también fallaba su oportunidad de pena máxima el Caldes por medio de Jacint Molera. Las faltas subían solo del lado coruñés, que llegó pronto a las diez. Pero Rovira no pudo superar a Iñaki Ojanguren.