El Básquet Coruña tiene un jugón entre manos. Con 13 años y 1,83 de altura, Rubén Souto es uno de los máximos exponentes de la cantera del club herculino, que en los últimos años ha visto cómo ha crecido el volumen de jóvenes que se decantan por este deporte. Fernando Buendía, coordinador de las categorías inferiores de la entidad, es uno de los que mejor conoce a esta perla que a partir del jueves disputará en Zaragoza el Campeonato de España infantil con Galicia.

"Es muy habilidoso con la pelota en la mano, tiene muchas cualidades técnicas y genera juego en situaciones de uno contra uno. Tiene muchos puntos en la mano y esto le hace ser un referente tanto en el club como en la selección gallega"; analiza el técnico.

"En infantiles juegan un poco sin posiciones definidas, pero todo apunta a que será un jugador exterior, en el club lo enfocamos a ello. Es bastante alto pero juega todo de cara, a campo abierto. No se puede definir su puesto, pero apunta a ser escolta", comenta Buendía.

Otro de los rasgos que definen a Rubén, además de su gran técnica en ataque, es su forma de ser, siempre en un segundo plano y reservándose para hablar con el balón en las manos. "Es muy correcto y tiende a pasar desapercibido, siempre tiene muy buen comportamiento. En los niños parece que los que destacan jugando son más líderes del grupo, pero en este caso prefiere pasar inadvertido, él disfruta jugando", añade.

Sin embargo, y como es lo normal en chicos de estas edades, tiene todavía mucho trabajo por delante: "Tiene que mejorar en el juego sin balón y en el trabajo defensivo. También físicamente, pero a estas edades se puede hacer un libro de lo que tienen que mejorar". "Él genera mucho, pero tiene que tomar las decisiones correctas, discernir cuándo jugar para él o para el compañero", explica el coordinador, quien al mismo tiempo asegura que no les "preocupa porque es un apasionado por entrenar, va a las cuatro sesiones que hacemos a la semana".

Souto es uno de los máximos exponentes de una cantera en la que los problemas se ciñen en torno a uno: la carencia de jugadores con muchos centímetros. "De su generación, aquí solo debe haber un niño más alto y la pinta de Rubén es que va a crecer más porque tiene brazos y piernas muy largas. El problema es la constitución física de los jugadores, en Galicia no hay jugadores de 2,05 o 2,10 metros", asegura.

"Hemos generado muchos jugadores que han llegado a la Liga EBA, pero nos falta que puedan jugar regularmente en el primer equipo. Tenemos un volumen muy elevado de niños, por lo que la confianza de la gente hacia el club es positiva", explica el coordinador de las categorías inferiores del club herculino.