La escudería Marussia llegó a la F1 en 2012 y su efímero paso por ella (desaparecía en 2014, temporada que no llegó a terminar debido a problemas económicos) quedó marcado por la alargada sombra de la tragedia, con el fallecimiento de dos de sus pilotos tras accidentes muy similares y nunca aclarados: los de la española María de Villota y el francés Jules Bianchi.

El 3 de julio de 2012 María de Villota realizaba pruebas con el equipo Marussia en el aeródromo de Duxford (Gran Bretaña) cuando por causas no determinadas se empotraba contra un camión del propio equipo. La española perdió un ojo en el accidente, pero también sufrió heridas cerebrales que le obligaron a pasar por el quirófano varias veces y que, quince meses después, causaron su muerte en octubre de 2013. La noticia de su fallecimiento llegó a los pilotos durante el GP de Japón, donde le rindieron homenaje. Al año siguiente, era Bianchi quien sufría allí el accidente que terminó costándole también la vida.