Una “caja del tiempo” del horizonte arquitectónico

Una arquitectura que responde a las necesidades de la ciudadanía y la realidad del momento. Más concienciada con el medioambiente, la sociedad y la defensa del espacio público y que apuesta por la cercanía y lo local. Es el objetivo que busca transmitir la exposición de la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, inaugurada este martes en un lugar tan “emblemático” y con una importancia arquitectónica como es el mercado de San Agustín y que muestra las veinte obras arquitectónicas premiadas y las treinta finalistas. Medio centenar de piezas con una importante presencia gallega que buscan atraer al público y convertir el mercado coruñés en un lugar de encuentro donde ciudadanía y arquitectura confluyan.

“Esta exposición recoge el panorama de las obras más significativas que se han construido en el territorio español en los último dos años”, explica el arquitecto Juanjo López de la Cruz, comisario de la muestra junto a María González García y Ángel Martínez García-Posada. Quien se acerque hasta San Agustín hasta el próximo 1 de junio podrá disfrutar de un “muy interesante” compendio de proyectos que ejemplifican de una manera “muy clara” los intereses de la nueva arquitectura española que, según explica el comisario, “intenta responder a las demandas de la sociedad”.

“Quizás lo más significativo de estos ejemplos arquitectónicos es que están muy sensibilizados con las nuevas demandas medioambientales, sociales, de nueva vivienda pública o de equipamiento”, resume López de la Cruz, que considera que es una muestra “especialmente interesante” para los ciudadanos coruñeses.

La elección del mercado de San Agustín no es baladí. “El motivo es triple”, comenta el comisario. El primero, la vocación de acercar la arquitectura a la ciudadanía y “que el soporte no sea un espacio museístico”. Otro de los motivos tiene que ver con que el propio mercado, proyectado por Santiago Rey Pedreira y Antonio Tenreiro en 1932, es una pieza de arquitectura moderna “realmente reconocida a nivel histórico, muy reseñable”. El tercer motivo —explica el comisario— es que en esta Bienal la presencia de proyectos gallegos es “muy significativa”. “Ha habido especial fortuna para la arquitectura gallega y de todas las escalas. Es protagonista de esta Bienal”, celebra.

Los 20 proyectos premiados se exponen a través de una “caja del tiempo” que sirve de “valija de viaje”. “Cuando llega a los sitios donde se expone, se despliega abriéndose en dos coordenadas”, resume López de la Cruz. Por un lado, se muestran los proyecto en su forma “más ortodoxa” —a través de planos, fotografías y dibujos, herramientas que utiliza la arquitectura para expresarse. Pero en esta muestra los visitantes podrán también descubrir los “entresijos” de cada proyecto. Para ello, cada pieza cuenta con un cajón inferior que guarda objetos, recuerdos, croquis, y otros materiales “decisivos” en el diseño de cada proyecto.

“Es una forma de exposición bastante particular, que además permite la interacción de los participantes, que pueden tocar y manipular los objetos. Buscamos que se aproximen a la arquitectura de una manera menos fría y más cercana que de lo habitual”, argumenta el arquitecto.

Con todo, bajo el lema Me-dio Pla-zo, la exposición de la Bienal busca destacar la condición de la arquitectura como una disciplina que se desarrolla en el tiempo. “Ahora mismo se está proyectando la arquitectura que va a definir nuestras ciudades y nuestros paisajes del futuro más inmediato. Además, de resolver los problemas presentes, apunta a las inquietudes del futuro más cercano”, explica Juanjo López de la Cruz, para concluir que “la arquitectura más brillante es la que es capaz de recoger las necesidades que la gente solicita”.

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