Turquía, segundo rival de España en el Eurobasket 2015, es un peligroso equipo, a tenor de los jugadores de su plantilla, que, sin embargo, apenas ha obtenido buenos resultados lejos de su casa, aunque siempre se presenta como una de las opciones de sorpresa.

Tras la medalla de plata en el Mundial 2010, jugado en tierras otomanas, la selección turca fracasó en el Europeo 2011, donde fue undécima, y en el de 2013, donde solo ganó un partido y no pasó de la primera fase.

La llegada de Ergin Ataman al banquillo de la selección parece que ha dado un vuelco a esta tendencia; y con algunos pilares como Ersan Ilyasova, Semih Erden, Sinan Guler y Oguz Savas, los únicos que se mantienen en el equipo de anteriores experiencias, ha conformado un equipo nuevo lleno de calidad y juventud.

La nueva generación de jugadores liderada por el escolta Cedi Osman se presenta ante su prueba de fuego y, aunque su calidad es muy grande, su sempiterna mala adaptación a jugar lejos de Turquía puede pasarles factura. Eso sí, en Alemania los turcos están como en su segunda casa. Apoyados por la gran población que habita en tierras germanas, pueden dar la sorpresa y dinamitar el grupo B. Empezaron ganando a Italia en la jornada inaugural.