-¿Fue Mario Mola el rival más fuerte que se encontró este año?

-Sí. Esta vez los Brownlee (Alistair y Jonathan) fueron irregulares, sufrieron lesiones. Mola ha sido el más peligroso. Si se baja en los puestos delanteros, puede ganar a cualquiera. Y lo que hizo en Chicago, correr el diez mil por debajo de 29 minutos, ha sido tremendo.

-¿Por qué triunfa el triatlón español?

-No es normal que España obtenga estos resultados tan buenos en el plano internacional, porque no es una potencia en el triatlón mundial. En mi caso, creo que me han salido las cosas bien, porque me he machacado como una mula, al igual que antes que yo lo hizo Iván Raña. Mario (Mola), también, que se entrena fuera. O Fernando Alarza. O Chente (Fernández),. Se ha dado la casualidad de que ahora ha salido una generación con mucho talento, pero que tuvo grandes referentes, como Iván (Raña) o Ana Burgos. También hay federaciones autonómicas y clubes que lo están haciendo muy bien.

-¿Lo hacen mejor las territoriales que la Federación Española?

-No puedo hablar por todas, pero la gallega ha hecho siempre y hace un gran trabajo. La Federación Española imagino que lo está haciendo lo mejor que puede.

-Con la española tuvo sus más y sus menos. ¿Cómo es ahora su relación?

-Mi relación con la Federación Española no es mala. Pero yo hago mi trabajo; y ellos el suyo. Me llevo bien con el presidente (José Hidalgo) y con el director técnico (Iñaki Arenal). Me llevo bien, no me gustan las guerras.

-Después de Río, ¿cambiará de distancia?

-Es una opción. Pero la distancia olímpica es la Fórmula 1 del triatlón. Las carreras son más rápidas. Después de Río, veremos.

-¿Se pasará al Ironman?

-No lo descarto. No sé si pasarme de forma definitiva. Pero lo que está claro es que algún Ironman haré.

-Entonces, tampoco descarta hacer otro ciclo olímpico.

-Tampoco lo descarto. Pero solo haría otro ciclo olímpico si sigo entre los mejores.