El patinaje coruñés tuvo el pasado fin de semana un maestro de lujo con la visita del campeón del mundo Patxi Peula. El vasco comprende y comparte las dificultades que se encuentran día a día los clubes gallegos para entrenar, falta de instalaciones y el mal tiempo, y por eso desde hace tres años pone su grano de arena para que su deporte crezca en la comunidad.

-¿Cómo fue el fin de semana?

-Ya es la tercera vez que voy a Galicia. Siempre me voy muy contento y ellos se quedan también muy contentos. El sábado por la mañana trabajé durante tres horas y media con un grupo de treinta niños, los más pequeños, sobre todo técnica. Son el futuro. Por la tarde y el domingo estuve con los mayores, de infantil a sénior.

-¿Qué tendría que hacer Galicia para ponerse a la altura de otras potencias?

-Son pocos, pero un grupo compacto, con ganas y con gente que ya ha estado en la selección. Tienen que mejorar, pero está el inconveniente de la lluvia y las instalaciones. Hay con lo que trabajar. Si no les faltan las ganas, no pierden la ilusión y siguen trabajando, irán hacia arriba poco a poco.

-Mal tiempo, falta de instalaciones, de ayudas... ¿les da la sensación de luchar contra molinos de viento?

-Es un deporte minoritario y tenemos inconvenientes de entrenar poco porque llueve, no tener dónde hacerlo, no nos mejoran las instalaciones... y podemos pedir pero no nos lo van a dar. Tenemos que buscar nosotros mismos las soluciones, encontrar pabellones, hacer técnica como podamos, ir al gimnasio, salir en bici, pero tampoco ayuda el tiempo... al final es luchar contra muchos elementos.

-Deporte minoritario pero no menor en cuanto a su esfuerzo.

-Es un deporte que quizás tenga más sacrificio que otros. Requiere muchas horas de entrenamiento y dedicación. Se llama minoritario porque tiene menos repercusión, porque de esfuerzo y sacrificio es igual o más que en otros deportes.

-¿Cómo es su día a día?

-La semana empieza con una salida en bicicleta de más de dos horas por la mañana y con el entrenamiento en patines a la tarde. Al día siguiente, gimnasio y patinar... y así hasta el domingo. En invierno intentamos hacer una base grande para luego cuando empieza la competición hacer entrenamientos de calidad y llegar en el mejor estado de forma al Europeo y el Mundial.

-¿Qué se necesita para ser campeón del mundo?

-Funciona tanto el físico como la cabeza, casi más importante. Si no funciona, las piernas tampoco.

-¿2014 fue su mejor año?

-Con tres medallas en el Mundial, desde luego. Ahora en 2016 tengo más ganas que nunca. En 2015 bajamos un poco para volver a subir este año.

-¿Mejorarían sus condiciones si el patinaje entrase en los Juegos Olímpicos?

-Cambiaría totalmente tanto a nivel económico como de repercusión. El sueño para cualquier deportista es estar en los Juegos, pero nos ha tocado así y no hemos logrado entrar. Nuestros pequeños Juegos serán los Roller World Games. Tendremos que disfrutar de ellos.