El patinador Alberto Artigas sabe lo que es la disciplina y el sacrificio en un deporte donde el apoyo económico de la Federación no beneficia a todos por igual. Concursando en cuartetos, y actualmente en grupos show pequeños, el camino de este coruñés lo completa un palmarés envidiable. En 2015 fue tercero de España, quinto de Europa y décimo del Mundo. Este año, que sólo acaba de comenzar, le brindó un segundo puesto en el Campeonato de Galicia. Su billete, y el de sus compañeros, para el Campeonato de España de Grupos Show que se celebrará en Vilanova i la Geltru (Barcelona) los días 26 y 27 de febrero.

Ni siquiera una lesión que lleva lastrando desde hace dos años le ha quitado la ilusión de seguir patinando. Esta vez junto a un nuevo equipo, el Club Deportivo Ourela. "La semana que viene tenemos competición nacional. Nos presentamos un grupo formado por tres patinadores de Coruña y otros tres de Santiago, siendo todos internacionales".

A Alberto lo acompañan Bruno García, David Salido, Raquel Rodríguez, Eva Castro y Nuria Rives. "Lo que hemos hecho es juntarnos sin grandes pretensiones ya que entrenamos muy poco, cada uno vive en un ciudad diferente. Tan sólo entrenamos los domingos y las ayudas económicas son cero".

Un cúmulo de problemas que les impide entrenar en buenas condiciones y limita sus aspiraciones a optar por participar en torneos internacionales. "Estamos satisfechos por llegar al Campeonato de España. Vamos segundos de Galicia, pero el rival a batir es Cataluña. También añade, "no tenemos grandes pretensiones pero si podemos ir al Europeo no cabe duda de que daremos lo máximo de nosotros mismos". Para ello, tendrían que quedar entre los cuatro primeros de España.

Precisamente Cataluña fue el destino de Alberto Artigas durante dos temporadas en el Fundaciò Vilanova. "Tres de los miembros del Club Ourela sabemos lo que es trabajar en clubs catalanes. Viajábamos constantemente y es realmente difícil combinarlo con nuestras profesiones a tan alto nivel". Y es que el nuevo proyecto que poseen en común tiene como protagonistas a jóvenes con una trayectoria profesional paralela a su pasión por el patinaje.

Pero el gran reto llega ahora. Aunque varios de sus miembros ya habían patinado juntos en el Club Alquimia Carral, no disponen de un entrenador. "Tenemos el problema de entrenar poco, y por encima, sin un entrenador que nos ayude a perfeccionar las coreografías". Sin embargo, Alberto matiza: "queremos hacer un buen papel en el torneo, de quedar entre los diez primeros ya sería un año muy bueno".