Italia sumó su segundo triunfo en la Eurocopa gracias a un tanto a dos minutos del final de Eder, que premió la labor defensiva de la azzurra ante la Suecia de Zlatan Ibrahimovic, inofensiva e inoperante, que queda al borde de la eliminación mientras los de Conte ya tienen asegurado el pase a los octavos.

Italia saltó a hacer lo que mejor sabe: defender, y esperando la aparición de espacios por la necesidad del rival para acabar rematando el partido fiel a su estilo. Suecia, que decepcionó en su estreno con un empate ante Irlanda, no mejoró. No le incomodó adueñarse del balón a la búsqueda de alguna grieta en la fortaleza que forma la nueva BBC (Barzagli-Bonucci-Chiellini), pero apenas las incorporaciones de Olsson por el carril izquierdo generaron desequilibrio.

Simone Zaza dio con su entrada más movilidad al ataque italiano, y se la puso de cabeza a Eder para que este se fuera solo contra el mundo. Dejó atrás hasta a cuatro defensas amagando con el disparo y abriéndose hueco hasta fulminar a Isaksson con un fuerte disparo ajustado al palo. Un buen gol que bien vale el billete para los octavos.

Un gol a falta de 2 minutos para el final, sin contar un tiempo añadido donde Suecia reclamó un penalti sobre Granqvist en una acción muy protestada por los escandinavos. Y, antes del gol de Eder, en el minuto 83, tuvo el gol Italia con un gran centro al segundo palo de Giaccherini que Parolo remató de cabeza con precisión para enviar el balón al larguero. La mejor ocasión sin duda antes del tanto.

Pero poco más hizo Italia, tampoco una Suecia que dejó demasiado solo a Ibrahimovic, pues perdió más fuerzas bajando metros a intentar organizar que buscando la portería rival. Un duelo cerrado, lento de ritmo y sin apuestas ofensivas decidido por una tardía inspiración de un Eder que, todo sea dicho, no había aparecido en todo el partido.

Ahora, Italia, buscará mínimo un empate contra la República de Irlanda para ser líder de grupo. Suecia, por su parte, deberá invocar al espíritu vikingo para no dejar Francia sin botín.