Dice un refrán que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Lo sabe el coruñés Carlos Arévalo. Para el palista del Ría de Betanzos fue muy duro decir adiós a su sueño olímpico, por el que llevaba luchando tres años, al verse apeado del K2 200 metros del que formaba parte con Cristian Toro para dejar sitio al campeón Saúl Craviotto. Pero no se rindió. Siguió entrenando. Siguió compitiendo. Incluso intentó la clasificación para Río en el barco individual. De nuevo se las vio con el catalán. Y otra vez se negó a tirar la toalla. Sin alzar la voz, dio la enhorabuena sincera a sus compañeros y rivales y continuó a lo suyo. La recompensa le llegó en forma de dos oros (en las categorías sénior y sub 23) en el K1 200 del Campeonato de España disputado el pasado fin de semana. Y con ellos, el respaldo necesario para lanzarse a por todas en el Campeonato del Mundo sub 23 que se disputará en dos semanas en Minsk (Bielorrusia).

"La verdad es que llevaba un par de semanas entrenando solo en Betanzos -el resto del año estuvo concentrado entre Asturias y Sevilla con el equipo español de velocidad- y no sabía muy bien cómo me encontraba y cómo eran mis sensaciones", relata. "Pero me encontré fenomenal y ahora en el Mundial podré ir a por el oro", continúa. Es ambicioso: "Yo me encuentro muy fuerte. Vengo de competir en categoría absoluta, haciéndolo bien, y creo que tengo nivel y que seré de los rivales a batir". No sería su primera medalla internacional ya que se proclamó subcampeón del mundo juvenil y tiene dos bronces en Europeos sub 23. Y eso que no se prodigó mucho en estas categorías porque enseguida dio el salto a la absoluta, con el cuarto puesto en los Juegos Europeos de Baku en 2015 y la séptima en el Mundial de 2013 como principales resultados.

No podrá repetir el doblete, ni tampoco luchar por otro podio continental, porque la Federación Española no se lo permite. "No lo entiendo porque en sénior han dejado que Craviotto haga tanto el K1 como el K2 en los Juegos y a mí no y tampoco me dejan ir al Mundial y al Europeo y he tenido que escoger el Mundial", se queja. De todas formas, terminado el ciclo olímpico y para encarar el siguiente, de cara a Tokio 2020, seguirá apostando por entrenar con la selección española en Trasona. "Siempre se está mejor acompañado y entrenando con los mejores", señala. Pero pueden abrírsele nuevas ventanas. "Cambiarán las distancias el programa olímpica. Entrará un K4... no sé, puede que ahí estén mis posibilidades", pronostica.

Los dos oros de Carlos Arévalo no fueron las únicas medallas del Ría de Betanzos en Trasona (Asturias). También fueron campeones, en su caso del K2 500 metros sénior, el cangués Rodrigo Germade y el tudense Óscar Carrera, que serán olímpicos en Río formando parte del K4 español. Alejandro Fraga, Adrián Edreira, David Mosquera y Francisco Vales se colgaron la plata en el C4 500 y Germade y Carrera repitieron podio con el K4 500 que completaron Javier Benito y David Vilariño.