En el Atlético de Madrid toca reinventarse. Pero poco. Un nuevo asalto al intento de romper la hegemonía del Barcelona o Real Madrid. Ese es el siguiente desafío. El otro, también importante, mira a Europa. La asignatura pendiente es la Liga de Campeones. Dos derrotas ante el mismo rival en tres años. Demasiados disgustos en tan corto espacio de tiempo. Diego Pablo Simeone ha realizado pocas variaciones en la plantilla. No quiso modificar lo esencial. Aunque apuntaló lo que más necesitaba.

La llegada de Kevin Gameiro, que le costó 32 millones de euros, es una de las principales novedades en el Atlético. Gameiro le aportará un nuevo impulso al equipo, fiel a la filosofía de su entrenador. Y el técnico también recuperó a Nicolás Gaitán, una vieja aspiración que se pudo concretar este verano. Las novedades se completan con Sime Vrsaljko. Dicen en el Atlético de Madrid que todavía quedan algunas vacantes libres, es decir, futbolistas por incorporarse al grupo.

Pero nada cambiará en el paisaje rojiblanco. El equipo se mantendrá fiel a su estilo. Así lo reconoce Gabi, el capitán al afirmar que "en la plantilla se mantienen 18 jugadores. Eso habla muy bien del trabajo del club. Es un mecanismo que ya funciona solo, llevamos mucho tiempo jugando jugos, la base sigue siendo la mismas y prácticamente jugamos de memoria".

Esas cualidades son las que se presentan como el gran aval para la nueva temporada. El Atlético ha demostrado una enorme capacidad para competir. Quizás le ha faltado dar el último gran paso. En todo este entramado bien entendido, quedan por saber algunas cosas. Por ejemplo, el papel que desarrollará Torres en el equipo. Idolatrado y querido por la afición, Simeone le pide más rendimiento. Otra de las señas de identidad será Antoine Griezman, un delantero que ha dado muestras de su talento y calidad.