El Barcelona ganó ayer al Celtic en el Camp Nou (7-0) en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones en un partido donde se resarció de la reciente derrota ante el Alavés en La Liga y donde cogió carrerilla, a la par que envió un mensaje en forma de goleada a los rivales, en su intento de llegar a Cardiff para recuperar el trono europeo perdido.

Salió a por todas el Barça. Messi apenas tardó poco más de un minuto para abrir la lata y firmar el primer de sus tres goles, un hattrick con el que confirmó estar recuperado de sus molestias musculares. No solo fue la noche de Messi, sino que Neymar se sumó a la fiesta con gol de falta y varias asistencias. Y para completar el buen hacer del tridente Luis Suárez hizo el siete con un doblete final a su nombre. También Iniesta figura en la lista de goleadores. Con una presión alta, ayudas infalibles y recuperaciones exprés, el Barça puso las bases del triunfo. Y, con el gol como constante a diferencia de lo sucedido tres días atrás, llegó el triunfo y con holgura. El Celtic, convertido al final en un muñeco roto, salió vapuleado y deberá quitarse ahora de encima el estigma de rival más débil del grupo.