La remontada del Fisiomás Zalaeta contra el Universidad de Valladolid (2-3) tuvo premio doble porque el punto y la victoria supusieron la permanencia una temporada más en Superliga 2 femenina. Era un año complicado porque las pupilas de Jorge Barrero afrontaban una importante renovación de su plantilla, apostando fuerte por un cambio generacional. Compaginaron grandes actuaciones, consiguiendo puntuar ante los equipos más fuertes de la categoría; con otras más pobres que aumentaron la ansiedad de verse abajo en la clasificación. Así hasta sumar los 14 puntos que tienen ahora, siempre en una línea ascendente hasta el final feliz del pasado fin de semana al que pueden poner este sábado la guinda. Cierran la competición en casa (Barrio de las Flores, 19.00 horas) -la última jornada la disputarán fuera, en Madrid- con un derbi contra el Xuvenil Teis con el aliciente de que el triunfo les hará ganar un puesto en la clasificación. La mejor forma de decir adiós al año deportivo.

"Tenemos a un par de jugadoras tocadas y Tania Cobos casi seguro que se pierda el partido, pero estamos bien", analiza Jorge Barrero antes del partido. "Ya nos hemos quitado la presión de la permanencia al salvarnos la semana pasada, así que el equipo está contento. Es el último partido en casa y si jugamos en la misma línea tendremos opciones de ganar", continúa. "El Teis también viene en alza, con una buena segunda vuelta, así que lo normal es que sea un partido igualado", sigue. Porque las suyas también han ido de menos a más. "Era lo lógico", confirma. El relevo generacional es el culpable. Jugadoras nuevas, jóvenes, que jornada a jornada iban cogiendo experiencia y ganando en confianza. "En la segunda vuelta ya llevamos el doble de puntos que en la primera", expone el entrenador.

Empezaron a sumar con una victoria ante el Torrejón, pero necesitaron tres sets y perdieron un punto -las victorias valen 3, pero los encuentros que se resuelven en el quinto set se reparten 2 el ganador y 1 el perdedor- y después arañaron uno en su visita a uno de los grandes de la categoría, el Cuesta Piedra Tenerife. "Encadenamos un par de derrotas consecutivas y el equipo perdió confianza a nivel mental", reconoce. El conjunto colegial se recuperó y creció y ya antes de Navidad daba señales de carburar completamente, lo que se culminó con el título de la Copa Galicia Copa Galicia: "A nivel anímico fue un punto de inflexión. Estuvimos cerca de ganar a los de arriba, Fuimos fuertes en casa. Nos pudo la presión y los nervios de vernos abajo pero las chicas lo han sabido sacar muy bien. Yo contaba con estar sufriendo hasta la última semana".

Un reto organizativo

La Federación Española de Voleibol confirmó ayer que la sede del Campeonato de España juvenil, que se disputará del 26 al 30 de abril, será A Coruña con el Zalaeta como anfitrión. Todo un reto a nivel de club para los colegiales, que ya acogieron hace un par de temporadas la Superliga júnior. "Pero esto es todavía más complicado. Son más días, más equipos, más jugadoras... pero nosotros encantados de asumirlo", confirma Jorge Barrero.

Serán 24 equipos los que pasarán por la ciudad en esos días, con 300 jugadoras, cuerpos técnicos, familiares y aficionados que se acerquen a verlo. Por eso todo tiene que estar a punto. De momento se barajan tres pistas, el Barrio de las Flores, la Sagrada Familia y Os Rosales, aunque seguramente sea necesario contar con una cuarta para dar salida a todos los partidos que se van a celebrar durante los cinco días de competición.

El equipo juvenil del Zalaeta, dirigido por Tania Cobos, tendrá la oportunidad de brillar ante su público. "Para ellos es muy bueno. Aún tiene que disputarse el Campeonato Gallego, pero ya tienen plaza garantizada en el Campeonato de España como anfitrionas. Es un equipo competitivo y aunque seguramente no podamos estar luchando por las medallas, sí por estar arriba, entre las mejores", asegura el técnico herculino.