Sólo se pueden decir elogios sobre Carlos Gil. Este es el resumen de todas las conversaciones tenidas con los profesionales del hockey que han hablado para este diario sobre el final de la cuarta etapa de Gil en el Liceo.

"Es una persona que siempre ha vivido por y para el Liceo. Sólo se fue del club en momentos puntuales, pero siempre que se le ha necesitado ha vuelto", en estas palabras José Luis Huelves condensa el sentir de los entrevistados. La simbiosis existente entre Carlos y el Liceo ha hecho grande al club verdiblanco, y también al entrenador argentino, para el que el mundo del hockey sólo tiene alabanzas.

Para Pichi Pueyo, hermano del exliceísta Boqui Pueyo, "es un hombre serio y disciplinado y un estratega como nadie. Siempre está investigando, es un estudioso del hockey. Conoce a sus jugadores a la perfección y siempre consigue que sus equipos sean grupos muy unidos, lo que de la un rendimiento extra al final".

Varios de los encuestados reconocen que Carlos ha sido una persona especial no sólo como entrenador sino también como persona. Para Facundo Salinas, que no estaba al corriente de la salida de Gil del Liceo hasta que recibió la llamada de La Opinión, el extécnico verdiblanco es "una gran persona que me ayudó mucho tanto en lo deportivo como en lo personal. Para mí es muy especial y es una pena que no siga".

Carlos Figueroa da un mérito añadido a todos los éxitos cosechados por Gil en el Liceo: "Ha tenido que pelear con equipos con más dinero y con todos los catalanes. Ellos están muy cerca unos de otros, eso reduce mucho los gastos y les permite fichar a jugadores importantísimos", recuerda.

Francisco, Kiko, Alabart compara a Gil con los entrenadores más jóvenes: "Él practica un hockey 'antiguo' que es más eficaz que el que se hace ahora y con los recursos que tiene el club ha hecho grandes cosas".

De todos los entrevistados, únicamente Fernando Pujalte no ha estado a sus órdenes aunque tanto él mismo como Gil son nombres clave en la historia del Liceo. El resto de encuestados ven en Carlos a un técnico profesional, serio y, sobre todo, muy enamorado del hockey. Incluso Francesc Bargalló va más allá y asegura tajante que ha creado el mejor juego de ataque del mundo. Sea cual sea el recuerdo que tiene cada uno de sus momentos con Carlos Gil todos tienen claro que ha sido un placer.