Leganés y Sevilla abren esta noche las semifinales de la Copa del Rey con la intención de cobrar ventaja y jugar con garantías la próxima semana en el Sánchez-Pizjuán, una cita histórica para los pepineros, que disputarán por primera vez la ronda previa a una final.

De un lado, el Lega, que representa la ilusión, la sorpresa y se viste de David para fulminar a Goliat, si hace falta. Del otro, un Sevilla irregular, pero con la grandeza que le dan los cinco títulos europeos y su capacidad para superar eliminatorias. El oficio de los andaluces será su gran aval este miércoles en Butarque.

Los de casa, instalados en la cresta de la ola, pusieron fin a su semana fantástica ganando al Espanyol en casa (3-2). Antes, empate muy trabajado en Vitoria (2-2) y conquista del Santiago Bernabéu (1-2). Siete días que no olvidarán fácilmente los pepineros y que les ha valido para seguir soñando en la Copa. El Lega quiere estirar el chicle todo lo posible.

Enfrente estará un Sevilla que llega aliviado por su actuación en el torneo. Tras el revuelo que supuso la destitución de Eduardo Berizzo, el club apostó por el italiano Montella, que no podrá evitar llevar a cuestas la cruz de perder el derbi, pero que ha cambiado la dinámica eliminando al Atlético.

El sorprendente despertar de los nervionenses en el Metropolitano, confirmado ante su público siete días más tarde, es un buen ejemplo de la fortaleza sevillista, liderada por el guante de Ever Banega y Pablo Sarabia, las dos grandes referencias en la construcción. Para el gol, será el turno de Muriel, que ya vio portería el domingo en Liga.

Además, Montella podrá disponer de Guilherme Arana, incluido en la lista de convocados, y de los recién llegados Miguel Layún y Roque Mesa, flamantes fichajes de invierno.