Álvaro Lemos abandonó ayer con cara de satisfacción el césped de Abegondo. Tenía un motivo de peso: su alegría por haber completado el primer entrenamiento entero con el grupo desde su operación de rodilla, el 26 de julio del año pasado. No estaba previsto que diera ese paso tan pronto, pero los técnicos quisieron premiarlo desatendiendo "en parte" las recomendaciones de los recuperadores, tal y como señaló luego Fernando Vázquez. "Se lo permitimos saltándonos unos cuantos días, en contra un poco de la opinión de Pablo (López, el readaptador físico)".

Todavía le queda "mucho trabajo por hacer", varias semanas más de dura puesta a punto, pero el joven se marchó "contento" tras recibir ese regalo que para él supuso el entrenamiento completo con el resto de sus compañeros. Hasta ahora venía haciendo una parte de las sesiones con el grupo y otra en solitario, pero ayer dio un paso más en su plan de recuperación. Ya está totalmente olvidada su rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, aunque todavía faltan unas cuantas semanas hasta su regreso a la competición.

"Tiene que coger sensaciones, seguridad, confianza, ritmo -relató Vázquez- y competir con los que tiene ahora por delante. Le queda un largo trecho pero él tiene que estar muy contento y feliz, porque al fin y al cabo ya está con nosotros, y así es que está contento". El día 30 del mes que viene, domingo, el interior derecho cumplirá 21 años. Una fecha especial que, quién sabe, podría coincidir con el mejor regalo para él: su debut en partido oficial con el primer equipo del Dépor.