Las urgencias tienen nombres de Celso Borges, Oriol Riera y otros más que han sonado y seguirán sonando como principales candidatos a reforzar al Deportivo en el mercado de invierno que se abre con el nuevo año. Sin embargo, en el club coruñés también trabajan con nombres que no tienen tanta prisa, entre ellos está el de Mattheus Oliveira, un centrocampista ofensivo que también puede moverse en la mediapunta y que defiende la camiseta del Flamengo.

Mattheus es el hijo pequeño de Bebeto, ese al que su padre hizo famoso en el Mundial de Estados Unidos, cuando casi no había nacido, al celebrar su gol ante Holanda con un gesto que se repitió desde ese momento y hasta la actualidad como muy pocos en el mundo del fútbol.

Es un jugador zurdo, de buena planta, que juega lejos del área pero mira hacia ella y hacia la portería. También se desenvuelve en la mediapunta y tiene gol. No es el gol, como era su padre, pero algo le queda de las virtudes de su progenitor, que marcó una época con la camiseta del deportivo.

Casi veinte años después de su regreso a Brasil, Bebeto sigue siendo una especie de pequeño embajador del equipo blanquiazul y de la propia ciudad coruñesa. Ejerciendo como tal se encontró con la posibilidad de que su hijo -internacional en todas las categorías inferiores de Brasil- se incorporé al primer equipo blanquiazul.

No lo haría como solución en este mercado de invierno, ya que las urgencias son otras para los técnicos y los dirigentes deportivistas. Es más como una apuesta de un futuro inmediato. Ahora el club quiere de forma inmediata un centrocampista y un delantero, pero ya contrastados. Ya preparado para jugar y para ayudar. No es el caso de Mattheus.

El hijo de Bebeto recalaría la próxima temporada, para iniciar un curso nuevo y con mayor tranquilidad una vez el equipo se haya asentado en la Primera División -esa es la teoría-. Los contactos se iniciaron a través de un conocido empresario coruñés, al que Bebeto ofreció su colaboración en su nueva andadura en Brasil. Pero las conversaciones sufrieron un parón a causa de las urgencias que tiene el equipo blanquiazul de incorporar a dos futbolistas de forma inmediata. En Río de Janeiro esperan una respuesta. Saben que las fechas tampoco son las mejores debido, además, a la festividad navideña.

Mattheus ya interesó también a Augusto César Lendoiro, que hace unos seis años intentó convencer a Bebeto para que lo dejase venir a incorporarse en las categorías inferiores del club, pero el goleador exdeportivista entendió que era demasiado pronto para que su hijo, con apenas 14 o 15 años, viajase solo a A Coruña. Una ciudad en la que este centrocampista vivió algunos años, aunque los recuerdos muy posiblemente no se hayan asentado en su memoria.