El valenciano Mateu Lahoz tuvo una plácida labor en el encuentro de ayer en Riazor. No hubo acciones polémicas. Acertó al anular el gol de Lucas Pérez a instancias de su asistente. Trató de aplicar la ley de la ventaja siempre que pudo y no abusó de las tarjetas amarillas. Mostró tres al Dépor y dos a la Real Sociedad. Pasó bastante desapercibido, que es lo mejor que le puede pasar a un árbitro.