El Deportivo llega al segundo parón de Liga reforzado en su autoestima después de otro resultado positivo, esta vez en Granada, donde acabó empatando un partido que tuvo en su mano durante muchos minutos. No ganó, pero mantiene su condición de invicto lejos de Riazor y se afianza en la zona noble de la clasificación. El balance es más que notable en estas siete jornadas en las que Víctor Sánchez del Amo utilizó a un total de 20 futbolistas. El último, Jonás Gutiérrez, que tuvo sus primeros minutos el pasado fin de semana en el Nuevo Los Cármenes. El argentino, todavía lejos de su punto óptimo de forma, busca su cuota de protagonismo dentro de un grupo en el que "todos son importantes", según el técnico, cada uno con su rol particular. Hasta ahora, solo siete jugadores de campo han participado en todas las jornadas: Sidnei, Mosquera, Fayçal y Lucas, los pilares maestros del equipo; más Navarro, Borges y Laure, también muy fiables en este arranque de campaña. Ellos siete, más Lux, son los únicos con presencia en todos los encuentros que se llevan disputados. También Juanfran había concursado en los primeros seis partidos, pero en Granada se quedó sin minutos por primera vez.

El gran inicio de temporada del Deportivo es la consecuencia del buen trabajado colectivo. Brillan con luz propia algunas individualidades, a veces muchas, pero por encima de todo Víctor está sabiendo construir un equipo con mayúsculas en el que el orden, la solidaridad y la claridad de ideas son señas de identidad permanentes, juegue quien juegue. El Dépor siempre tiene un plan bien preparado y nunca es exactamente el mismo. Lo matiza jornada tras jornada en función del momento propio y de las características del rival. Mucho trabajo analítico y táctico durante la semana, sobre el césped y también fuera, para no dejar nada al azar. Los futbolistas agradecen que el cuerpo técnico les dé todo bien masticado. Son los primeros en aplaudir esa concienzuda preparación de cada encuentro, en primer lugar porque todo ese trabajo está dando sus frutos desde muy pronto.

Funciona el Dépor como bloque. Se ha convertido en un equipo reconocible, incluso cuando Víctor apostó descaradamente por las rotaciones, como en el Benito Villamarín. Allí dejó en el banquillo al mismísimo Lucas Pérez, que entró en la segunda parte para ayudar a certificar el triunfo en el campo de un rival directo como el Betis (1-2). Otra victoria pese a los cuatro cambios que hizo de golpe en el once.

Fue el único partido que el coruñés comenzó como suplente. Los otros seis, los arrancó siempre en el once inicial. Lucas es el estandarte de este nuevo Dépor. Es un incordio constante para los defensas rivales, no para de tirar desmarques, contagia su carácter ganador a sus compañeros y, además, está siendo muy eficaz de cara a puerta. Cuatro tantos ha celebrado hasta el momento, dos más que Fayçal Fajr, el otro fijo de Víctor en la línea ofensiva. El fracomarroquí celebró sus dos dianas a domicilio, justo en las dos salidas más recientes, a los feudos del Betis y el Granada. Fayçal está en un momento dulce y mezcla fácil tanto con Lucas como con Luis Alberto, otro atacante talentoso y con facilidad para finalizar las jugadas. No jugó en la primera jornada, ante la Real Sociedad, ni tampoco en la quinta frente al Betis. Por eso solo acumula 340 minutos, frente a los 622 de Fayçal o los 544 de Lucas. Estuvo menos tiempo sobre el terreno de juego, aunque su protagonismo también está siendo grande. Lleva dos goles y es uno de los futbolistas más desequilibrantes de la plantilla.

El equilibrio en el Deportivo lo están aportando Sidnei Rechel, el único jugador de campo que ha disputado íntegros los siete partidos, y sobre todo Pedro Mosquera, auténtico motor del equipo en el centro del campo. El coruñés baja a recibir para iniciar las transiciones ofensivas, tiene facilidad para conectar con sus compañeros tanto en corto como en largo y aporta no solo en la creación, sino también para dificultar la fluidez en la circulación del rival. Junto a él, un escudero de lujo en el doble pivote: Celso Borges. Le está tocando llegar más a la portería contraria y ya ha firmado una diana, en Vallecas, y dos asistencias de gol, una a Fayçal frente al Betis y otra a Lucas contra el Espanyol.